ESPIRITUALIDAD E INDIVIDUALISMO: La edad media y el renacimiento


Del mundo clásico al medieval: la alta Edad Media (476 - 1000).
A este extenso periodo de transición desde la época clásica a la medieval, que transcurre aproximadamente entre los años 475 y 1000, todavía se suele denominar la época oscura, aunque parece más adecuado llamarlo la Alta Edad Media. a pesar de que el pensamiento creativo decayó con claridad, existieron algunos periodos de desarrollo intelectual, siendo uno de los más notables el renacimiento carolingio que tuvo lugar durante el reinado de Carlomagno (768-814), se desarrollaron nuevas formas políticas en torno al año 1000, dando lugar al comienzo de la baja Edad Media, que se extendería hasta el año 1300,
este fue un periodo enormemente creativo para la civilización occidental, donde se recuperaron muchos textos griegos, especialmente de Aristóteles, esta fértil cultura europea concluyó entre 1277 y 1350 con el despegue de los nacionalismos y el comienzo de las guerras entre las naciones embrionarias, coincidiendo con el cada vez más estricto dogmatismo de la iglesia y con la peste negra que arrasó europa entre 1277 y 1350 que acabó con al menos un tercio de la población europea. El renacimiento comenzó en el 1300 d.c. en Italia, pero tardó dos siglos en llegar al norte de Europa.
San Aguntín (354-430) fue el último gran filósofo clásico y el primer gran filósofo cristiano. sus opiniones dominaron la filosofía medieval hasta, aproximadamente, el año 1300. toda la filosofía se desarrolló en el contexto de la fe cristiana.Agustín tan sólo quería conocer a Dios y el alma y empleó la fe en la justificación de su creencia. El hombre medieval le dió la espalda al mundo observable, lleno de dolor y confusión, para concentrarse en el cielo y el alma, a través de la introspección.
Los pensadores islámicos contribuyeron al desarrollo tanto de las matemáticas y de la ciencia como de la filosofía. Los dos pensadores musulmanes más importantes fueron Ibs Si na cuyo sistema psicológico examinaremos más adelante, eIbs Rushd, cuyo aristotelismo purificado provocó una crisis intelectual que marcó el final de la baja edad media.
No todos los pensadores cristianso de cualquier época han aceptado que la razón secular pudiera jugar un papel en la búsqueda de la verdad divina. Agustín tuvo que luchar contra las ideas de aquellos como Tertuliano (160-230) rechazaron a los filósofos clásicos. San Bernardo (1091-1153) censuró la excesiva curiosidad en torno a las creencias cristianas. Ya en el renacimiento, Savonarola (1452-1498) quemó libros heréticos y obras de arte, todos estos pensadores enfatizaban los aspectos místicos del neoplatonismo, la intima confrontación del hombre con Dios, ya fuera a través de la contemplación o de la lectura de las sagradas Escrituras. Rechazando la razón natural como algo innecesario e, incluso, peligroso. El neoplatonismo estuvo presene en cada uno de los aspectos del pensamiento medieval. Todo se convirtió en un símbolo del mundo invisible de Dios. Las visiones,las profecias y la magia eran aspectos cotidianos de la vida y, hasta la llegada de la Reforma la Iglesia Católica permitió la realización de prácticas mágicas.
Debemos consdierar los avances llevados a cabo por algunas culturas que se encontraban fuera de la cristiandad occidental: los judios y los musulmanes. Tanto los musulmanes como los judíos, que convivieron juntos, llevaron a cabo las principales contribuciones que favorecían el desarrollo intelectual de occidente, conservaron y más tarde tradujeron, los trabajos clásicos olvidados en Europa. En torno al año 1200, gran parte de la obra de Platón y Aristóteles se encontraba al alcance de los estudiosos, los trabajos naturistas de Aristóteles revolucionaron el pensamiento occidental, hasta el punto que llegaría a sustituir a Platon como el filósofo. El más importante de los filósofos judíos, Maimónides, fue tratado con el máximo respeto por parte de Tomas de Aquino.
La psicología islámica.
Como hemos visto, Agustín pretendía conocer a Dios y al alma, creyó que volviendose hacia el interior e inspeccionando el alma se podría llegar a conocer a Dios, que estaba presente en todas las almas. En la concepción agustiniana relativa a la unidad del creador y de la creación, los tres poderes mentales -memoria, entendimiento y voluntad- reflejan a las tres personas de la Sagrada Trinidad. En el mundo islámico se desarrolló una psicología de las facultades basada en la obra aristotélica de carácter más naturista que religiosa. Diversos autores reelaboraron la psicología aristotélica dando una explicación detallada del conjunto de facultades que poseía el alma sensitiva propuesta por Aristóteles. Como estas facultades procesaban imágenes sensoriales transmitidas desde los sentidos especiales o exteriores, fueron denominados intelectos internos o sentidos internos. Se creían que representaban el punto exacto de transición entre el cuerpo y el alma en la cadena del ser. El mismo esquema aparece en el pensamiento islámico y cristiano de la baja edad media. Los musulmanes hicieron una importante contribución al situar la discusión en un contexto fisiológico. La formulación más completa de la visión médica aristotélica fue realizada por Avicena (Ibn Sina (980-1037)), que fue tanto un médico como un filósofo y tuvo una enorme influencia en la baja edad media. Los cinco sentidos corporales y el intelecto no se consideraban facultades mentales, ya que este papel estaba reservado para los sentidos o facultades internas. Aristóteles había propuesto tres facultades (sentido común, imaginación y memoria) aunque las diferencias entre las mismas no estaban claramente marcadas. Ibn Sina elaboró una lista de siete facultades que se convirtió en la norma a seguir a partir de ese momento.
Si comenzásemos analizando las partes del alma más cercanas al cuerpo en el sistema propuesto por Ibn Sina, nos encontramos con el alma vegetativa , similar a la descrita por Aristóteles, que sería común a las plantas, los seres humanos y los animales. Su misión sería encargarse de la reproducción, el crecimiento y la nutrición en todos los seres vivos. A
continuación nos encontramos con el alma sensitiva, común a los seres humanos y los animales. En su nivel más elemental incluiría los cinco sentidos externos o sentidos corporales. El segundo nivel del alma sensitiva incluye los sentidos internos o facultades mentales, que se encontrarían justo en la línea que separa nuestras naturalezas animal y angélica. Estas facultades estarían también jerárquicamente organizadas. En primer lugar se encuentra el sentido común, cuya misión, al igual que el Aristóteles, sería recibir, unificar y hacer conscientes las diferentes cualidades de los objetos externos que son percibidos por los sentidos. En función de la actividad del segundo de los sentidos internos, la imaginación retentiva, los sentido tercero y cuarto son la imaginación compositiva animal y la imaginación compositiva humana, responsable del uso activo y creativo de las imágenes mentales. Los sentidos internos superiores son la memoria y la evocación. La memoria almacena las intuiciones de la estimación. Estas intuiciones son ideas simples de la esencia de los objetos y no atributos sensibles de los objetos. La evocación es la capacidad de recordar las intuiciones en un momento posterior. Ibs Sina y otros autores, sin poder recurrir a las disecciones que estaban prohibidas, localizaron los sentidos internos en diferentes zonas cerebrales, especificamente en los ventrículos. Esta propuesta se convirtió en la doctrina médica tradicional hasta que Vesalio, en el siglo XVI, tras practicas varias disecciones, demostró que las ideas de Ibs Sina eran erroneas. El primer ventrículo (delantero) contiene el sentido común, que aquí incluye la imaginación retentiva, el segundo contiene la imaginación compositiva animal y humana, el tercero la estimación y el cuarto (el posterior) contiene la memoria, incluyendo la evocación. Al igual que para Aristóteles la separación de los animales y plantas se producía por la capacidadd e movimiento. Ibs Sina siguiendo a Aristóteles, denominó a esta capacidad motora apetito.
Ibn Sina distinguió dos facultades en el alma humana: el intelecto práctico y el intelecto contemplativo, el práctico, de un rango inferior, se ocupa de los asuntos cotidianos. Regula al cuerpo, produce el comportamiento adecuado y protege al intelecto contemplativo para que pueda desempeñar sus funciones. El intelecto contemplativo del alma humana es completamente pasivo (la mente pasiva aristotélica) y su potencial para alcanzar el conocimiento es actualizado por el intelecto activo o intelecto agente. En este caso a diferencia de Aristóteles, Ibn Sina sitúa al intelecto agente fuera del alma humana contraría el sentido común.
EL FLORECIMIENTO DE LA CIVILIZACIÓN MEDIEVAL: LA BAJA EDAD MEDIA (1000-1300).
La baja edad media estuvo repleta de fuertes figuras femeninas tan capacitadas y poderosas como cualquier hombre. No obstante a medida que la cristiandad fue absorbiendo la cultura clásica se impregnó de la misoginia romana y de la aversión platónica por el placer sensual. Se prohibió el matrimonio a los clérigos y que las mujeres pudieran predicar. Una fuente particularmente intensa del desarrollo de la misoginia fue San Jerónimo (340-420), un neoplatónico que ligó lo femenino con la tentación de la carne. La cristiandad medieval consideró al sexo como algo pecaminoso, independientemente de que se practicara dentro o fuera del matromonio. La mayor parte de las mujeres medievales vivieron una silenciosa desesperación, aunque se produjeron dos importantes reacciones ante esa opresión: en primer lugar, muchas mujeres se implicaron activamente en movimientos heréticos. Por ejemplo, el movimiento albigense, que representó más bien una religión alternativa en vez de una herejia, situó a numerosas mujeres en posiciones de poder e influencia. La segunda de las reacciones fue más sutil, se trata de la invención del amor cortés.
El individualismo - Durante la baja edad media, el concepto de individualidad florecería en numerosas áreas. El individualismo se abrió camino en dos ámbitos de la cultura académica: la ética y la religión mística e, incluso en estas áreas, el movimiento se inició desde la cultura popular. Antes del siglo XII el pecado se consideraba como algo personal, aunque no se sentía como tal. La penitencia no era más que un procedimiento mecánico para expiar los pecados, sin embargo en el siglo XII se comenzó a conceder mayor importancia a la intención personal al juzgar las transgresiones. Podemos encontrar formalizadamente esta actitud en la ética voluntarista de Pedro Abelardo (1079-1142), cuyo lema era “conocete a ti mismo”. A diferencia de otros pensadores, Abelardo consideraba que el pecado era una cuestión de intención y no de acción. Un acto no sería correcto o erróneo en sí mismo, lo que es correcto o erróneo es la intención que se esconde detrás de tal acto. Las intenciones son algo sumamente personal, por lo que la ética de Abelado se convirtió en parte del desarrollo de la individualidadSan Francisco de Asís (1182-1226), el predicador medieval más popular, abandonó sus riquezas y su posición social a cambio de la comunión con Dios a través de la naturaleza. Las enseñanzas de San Francisco fueron individualistas y la iglesia católica las consideró, no sin razón, como subversivas. A pesar de haber sido canonizado, evitó por poco sufrir persecuciones como hereje, tan sólo incorporando a San Francisco de Asís y sus seguidores en la iglesia, pudo esta evitar la amenaza de la creciente conciencia individual inherente al misticismo.
LA PSICOLOGÍA CRISTIANA.
En los siglos XII y XIII se produjo un gran desarrollo en el ámbito de la educación y aparecieron numerosos filósofos. Limitaremos nuestro estudio a dos, San Buenaventura (1221-1274) y Santo Tomás de Aquino (1225-1274). Cada uno representa una de las dos grandes formas de aproximación medieval al conocimiento, la humanidad y dios: el camino místico platónico-agustiniano y el camino de la razón natural moderada por la fe que podemos denominar aristotético-tomista.
San Buenaventura - Podemos considerar a San Buenaventura como el portavoz más importante de la filosofía conservadora platónico-agustiniana que se opuso a la introducción del pensamiento aristotélico en el ámbito de la cristiandad. De la misma forma en que lo había hecho Agustín, defendió un marcado dualismo en el que estaba representada la división platónica entre el alma y el cuerpo. Para Buenaventura el alma era mucho más que la mera forma del cuerpo, ya que el alma y el cuerpo eran dos sustancias totalmente distintas y el alma inmortal tan sólo utilizaba el cuerpo mortal durante su existencia terrenal. La esencia de una persona por tanto, sería el alma.
El alma podría alcanzar dos tipos de conocimiento: el primero vinculado a lo corporal, consistente en el conocimiento del mundo externo., la segunda correspondería tan sólo al alma: se trata del conocimiento del mundo espiritual, que incluye el conocimiento de Dios. La fuente de ese conocimiento es la introspección. Su objetivo era la contemplación de Dios y no el conocimiento de los individuos o de la humanidad. Buenaventura distinguió 4 facultades mentales : facultades vegetativas, sensitivas, el intelecto y la voluntad.
El platonismo defendido por Buenaventura estaba destinado a ser superado por el aristotelismo de santo Tomás de Aquino, que llegó a convertirse en doctrina oficial de la iglesia católica. A pesar de todo, las concepciones de Buenaventura aún persisten en el protestantismo.
Santo Tomás de Aquino - A medida que la obra de Aristóteles se iba convirtiendo en algo cada vez más conocido en occidente, muchos pensadores intentaron reconciliar su naturalismo científico con las enseñanzas de la iglesia. El pensador más importante y que, además, consiguió una mayor repercusión de entre todos ellos fue SantoTomás de Aquino. Denominó a Aristóteles el filósofo, el pensador que había demostrado tanto el poder como los límites de la razón humana sin contar con la palabra de Dios. Aquino adoptó el sistema aristotélico, demostrando que no era incompatible con la cristiandad. Para demostrar este objetivo puso a Aristóteles cabeza abajo: cuando Aristóteles permanecía cerca de la naturaleza, sin hacer mención a Dios, Aquino lo reorientaba todo para hacerlo depender de dios y de su revelación.
Con objetivo de armonizar la filosofía y la teología, Aquino marcó una clara distinción entre ambas, limitando la razón individual al conocimiento del mundo natural. De esta manera, aceptaba el empirismo aristotélico y una de sus consecuencias: la razón tan sólo puede acceder al conocimiento del mundo y no al de Dios. Dios debe ser conocido por medio de inferencias, ya que podemos ver su obra en el mundo.
Aquino estaba más interesado que Aristóteles, o sus comentaristas islámicos, por distinguir a las personas, portadoras de alma, de los animales. Aquino mantuvo que existían dos tipos de estimación: en primer lugar la estimación como tal, característica de los animales y carente de control voluntario, el segundo tipo se encuentra bajo control racional. Aquino la denominó cogitata y la consideró exclusiva de los humanos. El poder de estimación de cada uno de nosotros estaría bajo el control del libre albedrío individual, ya que elegimos y llevamos a cabo juicios en vez de responder ciegamente ante los instintos animales. De la misma forma que existirían dos tipos de estimación, habría dos tipos de motivaciones o apetitos. El apetito animal o sensitivo, carente de libertad y el apetito intelectual o voluntad (humano) que persigue el bien general bajo la guía de la razón.
Debemos señalar otros tres cambios con respecto al esquema propuesto por Ibn Sina. En primer lugar, Tomás de Aquino renunció a incluir en su esquema a la imaginación compositiva, al considerarla un añadido innecesario a la imaginación retentiva y al pensamiento racional. En segundo lugar, al considerar a la cogitata -la estimación humana- como una facultad guiada por la razón y relacionada con el mundo exterior, desaparece la necesidad del intelecto práctico propuesto por Ibn Sina. Finalmente Tomás de Aquino vuelve a hacer de la mente una totalidad al dotar al alma humana del intelecto activo. El conocimiento sería, por tanto, un producto activo del conocimiento humano en vez de un don de la iluminación divina proveniente del intelecto agente.
Tomás de Aquino rechazó la tradición platónico-agustiniana que defendía un dualismo radical alma-cuerpo. El cuerpo no es un sepulcro, una prisión o un castigo, ni tampoco una marioneta manejada por el alma. Una persona es una totalidad integrada por una mente más un cuerpo.
También adoptó un empirismo coherente: la mente humana tan sólo puede tener conocimiento directo de aquello que haya estado alguna vez en los sentidos, ya que no existen las ideas innatas. Todo pensamiento requiere de imágenes. Buenaventura había apoyado la noción agustiniana del autoconocimiento directo a través de la introspección que revelaba una imagen innata de Dios. Tomás de Aquino rechazó esa afirmación. Tomás de Aquino defendió su filosofía aristotélica destacando la idea de la resurrección, el momento en el que el alma y el cuerpo estarían unidos para siempre. La comunión directa con Dios o con nuestra propia esencia es imposible, puesto que tan sólo podemos conocer a Dios por medio de la observación del mundo, que es su obra. Igualmente, tan sólo no podemos conocer a nosotros mismos inspeccionando nuestras acciones, nuestras obras.
DEL MUNDO MEDIEVAL AL MODERNO : LOS ÚLTIMOS AÑOS DEL LA EDAD MEDIA, EL RENACIMIENTO Y LA REFORMA (1300-1600).
Para el siglo XIV ya se habían consolidado los factores que desembocarían en el fin de la edad media. El crecimiento de las ciudades, el capitalismo y el auge de las nacionalidades,
erosionaron la vida feudal, que terminó por convertirse en un mero juego de caballería. Se inició una importante depresión económica, la población comenzó a disminuir, se incrementó
el crimen y la violencia y la peste negra de 1348 que diezmó a un tercio la población europea. Estos factores serían determinantes en el desarrollo de una progresiva tendencia hacia el pesimismo y el cinismo.
El renacer del empirismo - Los últimos años de la Edad Media, justo antes de que se produjera el azote de la peste negra, fueron extraordinariamente creativos. Guillermo de Ockham (1290-1349), cuya contribución más relevante fue el restablecimiento del empirismo, liberándolo de la metafísica y haciéndolo accesible al análisis psicológico. Para los griegos y los medievales, el único conocimiento verdadero era el conocimiento de los universales, sólo se podía alcanzar el conocimiento de los universales y no de los objetos particulares, sería Ockham el encargado de cambiar esta creencia que se había mantenido a lo largo de los siglos, Ockham afirmó que el conocimiento comienza con los actos de -cognición intuitiva -, un conocimiento directo e infalible sobre algunos objetos del mundo. La cognición intuitiva no produce una mera opinión, tal y como Platón había afirmado, sino que genera conocimiento sobre lo que es verdadero y falso en el mundo. A partir de este conocimiento de las cosas se puede avanzar hacia la -cognición abstracta - de los universales. Pero los universales existen tan sólo como conceptos mentales, no poseen existencia más allá de la mente. Estos conceptos abstracto pueden ser verdaderos o falsos.
No obstante Ockham era franciscano y conservó un importante elemento agustiniano en su visión del alma. Al igual que buenaventura y a diferencia de Tomás de Aquino, mantuvo que podemos alcanzar un conocimiento directo, introspectivo e intuitivo del alma, más allá de la mera reflexión sobre nuestros actos. El alma puede conocerse a sí misma directamente y no sólo de forma indirecta. A diferencia de Tomás de Aquino y otros psicólogos de las facultades, Ockham negó la distinción entre el alma y sus presuntas facultades. De acuerdo con Ockham el alma no posee la facutad de la voluntad o el intelecto; por el contrario lo que denominamos facultad es sólo una etiqueta para un cierto tipo de acto mental. Ockham siempre intentó simplificar al máximo las explicaciones, liberándolas de los elementos no esenciales, y esta es la razón por la que hablamos de la “navaja de Ockham”, aunque esta idea ya había sido avanzada por Aristóteles. Ockham fue el primer pensador, que planteó el gran protagonismo de los hábitos. Sin embargo, no podemos considerarle como un conductista, ya que juzgaba a los hábitos como conceptos mentales y no como respuestas corporales.
Ockham propuso una distinción radical entre la fe y la razón mucho más nítida de lo que había trazado Tomás de Aquino. Afirmó que no existe ningún indicio en la experiencia o en la cognición intuitiva que nos permita creer que estamos dotados de un alma inmortal e inmaterial.
El análisis de la razón y de sus límites - La mayor parte de los pensadores medievales defendieron una versión delrealismouna creencia según la cual los conceptos universales humanos corresponden a alguna forma o esencia perdurable, que se concebía como una idea en la mente de Dios. Esta concepción había sido compartida, a pesar de la existencia de diferencias evidentes en otros aspectos, por Platón, Aristóteles y Tomás de AquinoUnos pocos pensadores, denominados nominalistas, mantenían, por el contrario, que los universales no eran más que meros soplos de aire emitidos al pronunciar sus nombres.
La explicación que propone Abelardo sobre los universales es lógica y psicológica, en vez de metafísica. Esta posición, que podríamos denominar como conceptualismo (también era nominalista) se convertiría en un precedente de las concepciones de Ockham.
En la baja edad media se consideraba que el conocimiento humano y la verdad divina estaban coordinados, de tal forma que los universales humanos corresponderían a las ideas divinas. Abelardo y Ockham destruyeron esta confianza y plantearon nuevas cuestiones relacionadas con los fundamentos del conocimiento humano. Si lo universales no reflejan las ideas divinas y si se generan a partir del conocimiento de entidades individuales, ¿cómo justificar nuestro conocimiento y demostrar que es cierto?. Antes de Abelardo y Ockham el conocimiento era algo que estaba garantizado, después de estos autores el conocimiento era algo que debía ser justificado. Es interesante señalar que la creencia en la omnipotencia de Dios obligó a los filósofos del siglo XIV a desarrollar una actitud escéptica. La más interesante de todas ellas fue la realizada por Nicolás de Autrecourt, un seguidor de Ockham. Al igual que los empiristas posteriores, afirmaba que la certeza del conocimiento reside en permanecer lo más apegado posible a las apariencias. Todo aquello que podemos conocer es lo que nuestros sentidos nos transmiten, puesto que el conocimiento está asentado en la experiencia y el más perfecto conocimiento es el que permanece apegado a esta apariencia, consideró ilegítimo dar el salto desde la percepción sensorial hasta las formas, esencias o ideas divinas.
Además de fomentar el escepticismo, el empirismo de Ockham tuvo otras consecuencias, al excluir los asuntos de fe del ámbito de la observación y de la razón, el empirismo dirigió los ojos del hombre hacia la observación del mundo que podía llegar a ser conocido: el mundo físico. La ciencia surgió desde este punto de vista, en el siglo XIV.
Los cimientos medievales de la ciencia moderna.
Una fecha crítica relacionada con el fin de la edad media es el año 1277. En este año, la iglesia condenó a una escuela de pensadores, que desarrollaba su obra en la Universidad de París y que estaba encabezada por Siger de Brabante, por haber ido demasiado lejos al aceptar al naturalismo aristotélico en vez del dogma cristiano. Algunas de las doctrinas condenadas habían sido defendidas incluso por Tomás de Aquino. Nicolás dÁutrecourt tendría que retractarse de sus ideas e incluso, se vio obligado a quemar sus propios libros. En este clima, Siger y algunos otros como Ockham, comenzaron a separar los ámbitos de la fe y la razón. Tan sólo al afirmar que estaban separados, que uno no conducía a otro, podía ser justificado como algo inocuo para la cristiandad.
Robert Grosseteste (1168-1253) y Roger Bacon (1214-1292), ambos frasciscanos ingleses como había sido Ockham, realizaron experimentos en el campo de la óptica y comparteron una actitud que los distingue claramente como autores medievales: su deseo por armonizar la fe con la ciencia, en función de su creencia platónico-agustiniana. Después de Ockham, sin embargo, los científicos medievales comenzaron a considerar con menos seriedad las demandas de la religión para defender de manera más energica las afirmaciones de la ciencia. Podemos encontrar esta nueva actitud en Juan Buridán (1300-1358) y en Nicolás de Oresme (1320-1382), los más importantes miembros de la iglesia que se dedicaron a la física en el siglo XIV, ambos trabajaron en el problema del movimiento y Nicolás de Oresme estuvo a punto de formular la ley de la inercia. Con sus trabajos desafiaron la autoridad de Aristóteles y prepararon el terreno para el trabajo de Galileo. También afirmaron que la tierra giraba sobre sí misma.
Aunque la ciencia naciera en el siglo XIV se haría necesario que volviera a renacer en el siglo XVII. Cuando la sociedad medieval desapareció debido a la depresión económica, la peste negra y el fin del feudalismo, no quedó lugar para la ciencia e, incluso los humanistas del renacimiento, no valoraron la investigación científica abstracta. Quedaría en manos de galileo y Newton la fundación de la física moderna. Debido a esto, la conexión entre la ciencia medieval y la ciencia moderna es, en lo mejor de los casos bastante tenue.
Renacimiento y reforma.
Es difícil encontrar un acontecimiento que se pueda considerar como el origen del Renacimiento, tradicionalmente se ha considerado como el 1453, fecha en la que tuvo lugar la caída de Constantinopla.El renacimiento alcanzó su cumbre en Italia, en el año 1500, aunque representa el comienzo de la historia moderna, aún comparte la visión del mundo característica de la edad media. El primero de los renacentistas fue Francesco Petrarca (1304-1374), más conocido hoy como poeta, aunque también llevó a cabo toda una serie de actividades típicas del renacimiento como el estudio de los autores clásicos, de la educación o de la historia. La esencia del renacimiento es bastante escurridiza, no existe ningún filósofo de primera línea entre Ockham (1348) y Descartes (1596), sus lógros más perdurables los podemos encontrar en nombres tan significativos como Shakespeare, Leonardo da Vinci o Maquiavelo. El aspecto más importante que podemos destacar del Renacimiento es una amplia mutación de los valores, que se suele denominar habitualmente con el término de humanismo. El humanismo se refiere originariamente a la recuperación del pensamiento clásico y su aplicación a los problemas contemporáneos del hombre. Lo que el erudito del renacimiento deseaba, era entender en sí misma y en su propio contexto histórico la mentalidad de cada autor clásico. Podría pensarse que, en una época en la que se glorificaba todo lo humano, debieron haberse producido una gran cantidad de estudios psicológicos, pero esto no ocurrió. Los autores del renacimiento escribieron sus obras para exaltar a la humanidad, para establecer el lugar más adecuado del ser humano en la naturaleza, pero no se ocuparon de estudiarlo. Incluso el filósofo más orientado hacia la ciencia de todo el renacimiento, Sir Francis Bacon, se limitó a modificar la psicología de las facultades característica de la edad media. No obstante, deberíamos tener en cuenta tres hechos relacionados entre sí que se convertirán en precedentes de la época post-renacentista. El primero de ellos fue la tendencia a considerar el cuerpo como una máquina, como podemos observar, en los dibujos de Leonardo da Vinci.
En los trabajos de Sir Francis Bacon (1561 - 1626) encontramos el tercero de los aspectos del renacimiento que presagia la llegada del mundo moderno: el comienzo de la investigación empírica sistemática.
Oficialmente la reforma comenzó en el año 1517, año en que Martín Lutero clavó sus 99 tesis en la puerta de la catedral, desafiando así a la jerarquía católica. La reforma enfrentó a Agustín con Tomás de Aquino. Lutero deseaba una religión intensamente retrospectiva, una religión agustiniana que le restara importancia al ritual, al clero y a la jerarquía. Los católicos respondieron con una contrareforma gestada a partir de Tomás de Aquino y su énfasis más profundo en el aspecto más personal de la religión. La reforma dividió Europa en dos campos enfrentados y favoreció el desarrollo de la intolerancia.
El fin del renacimiento.
Los humanistas habían hecho del hombre el modelo de entre todos los animales, dotándole de un intelecto único semejante al divino. Motaigne (1580-1659) escribe “El hombre es la criatura más miserable y frágil de todas y, aún así, la más arrogante y la más despectiva”, los humanistas habían hecho del hombre el modelo de entre todos los animales, dotándoles de un intelecto único semejante al divino. Montaigne negaría la singularidad de los seres humanos. No somos los señores de la creación sino sólo parte de ella.
LA MECANIZACIÓN DE LA IMAGEN DEL MUNDO (1600-1700). La REVOLUCIÓN CIENTÍFICA.
La revolución científica.
La revolución científica transcurrió durante un largo periodo y bebió de muchas fuentes, pero fue una revolución que produjo un cambio profundo y permanente en la vida humana y en la forma de entender al hombre. Podemos afirmar que la revolución comenzó en 1543 con la publicación del libro de Nicolás Copérnico, “la revolución de las órbitas celestes”, libro en el que proponía que era el sol y no la tierra el que ocupaba el centro del sistema solar. Sigmund Freud definiría con posterioridad la hipótesis de Copérnico como el primer gran golpe al ego humano. Sin embargo, la física de Copérnico fue aristotélica y su sistema no estaba mejor respaldado que el viejo sistema ptolemaico. Galileo Galilei (1564-1642) fue el portavoz más eficaz del nuevo sistema, al que apoyó con su nueva física. Las leyes del movimiento de Newton supusieron el argumento definitivo para demostrar que el universo era una máquina, un mecanismo celestial. La analogía de la máquina ya había sido propuesta por Galileo y por René Descartes y llegó a convertirse rápidamente en una visión muy popular del universo. Originariamente había sido expuesta como un apoyo a la religión frente a la magia y la alquimia: Dios, el maestro artesano, había construido una máquina perfecta y la había puesto en funcionamiento. El único principio operativo sería, por lo tanto, mecánico y no
oculto. Las maquinaciones mágicas no pueden afectar a las máquinas. Sin embargo, de forma implícita, en esta visión mecánica se incluye la posibilidad de que Dios esté muerto y haya dejado atrás un universo frío e impersonal. Esta visión sería mortífera para la vieja visión medieval de dios como un ser que está siempre presente y que se manifiesta a través de signos y milagros.
A partir de Galileo, los científicos argumentaron que algunas cualidades sensoriales, las cualidades primarias,son objetivas, mientras que otras, las propiedades secundarias, son de carácter subjetivo, dependen del estado de quien las percibe. Con el tiempo, el mundo subjetivo de la experiencia se manifestaría como un problema insoluble y la psicología de la conciencia daría lugar a la psicología objetiva del comportamiento. Al mismo tiempo , la revolución científica comenzó a alejar a los seres humanos del universo. Los hombres descubrieron que el mundo que experimentaban no era el mundo real, sino que era algo creado por sus mentes. Ni los pájaros azules son realmente azules, ni las cosas bellas son realmente bellas, ni los actos justos son realmente justos, ya que todos serían juicios subjetivos de las mentes humanas individuales.
La creación de la conciencia: René Descartes (1596-1650).
La psicología, tal y como la conocemos en la actualidad, comenzó con Descartes, para bien o para mal, descartes creó un marco de pensamiento en torno a la mente y al cuerpo en cuyo contexto han trabajado desde entonces todos los filósofos y los psicólogos, incluso cuando se han dedicado a atacar las ideas cartesianas. Durante la edad media, la iglesia católica había permitido la persistencia de un alto rango de creencias y prácticas paganas que, o bien eran toleradas, o bien utilizadas en su propio provecho.
Sin embargo, las nuevas iglesias protestantes de la reforma le restaron importancia al ritual y comenzaron a exigir a sus seguidores que adoptaran con sinceridad las creencias cristianas verdaderas. Cuando, durante la contrareforma, la iglesia católica se sometió a una modificación gestada desde sus propios estamentos,impondría no sólo un comportamiento de sumisión externa a la cristiandad, sino también de sumisión personal interna. Las prácticas mágicas como por ejemplo, el uso de amuletos para curar los dolores de cabeza, fueron denunciadas; las brujas, los herejes y los judíos fueron perseguidos, en la Europa del siglo XII surgió una sensibilidad religiosa más austera y puritana. El dios cristiano se transformó en una figura severa y lejana cuyo poder no podía ser dominado a través de la magia. La ciencia entró en este vacío, convirtiéndose en una forma secular, material y efectiva de ganar poder sobre la naturaleza. La psicología de Descartes, como veremos más adelante, se basaría en una versión radical de esta retirada hacia el interior.
Descartes estuvo estrechamente relacionado con un círculo de católicos reformistas liderado por el científico y teólogo Marin Merssene (1588-1648). Estos pensadores se mostraban particularmente interesados por las ideas del naturismo renacentista. El naturalismo se convirtió en algo especialmente peligroso para la ortodoxia religiosa al aplicarse a los seres humanos.
Para contrarrestar a la filosofía de la naturaleza del renacimiento, Mersenne y sus seguidores, incluyendo a Descartes, inauguraron y defendieron una visión mecánica del universo. La materia era absolutamente inerte, no poseía magnetismo, gravedad ni cualquier otro poder activo de ninguna clase. El poder activo se reservaba tan sólo para Dios. La materia se desplazaba o cambiaba tan sólo cuando era impulsada físicamente por otro elemento material. La tolerancia mostrada por Newton hacia las fuerzas inexplicables triunfaría en último momento, pero tras una gran lucha y con la oposición de los seguidores de Descartes.Descartes incluyó entre estos poderes todo aquello que Aristóteles había atribuido al alma sensitiva. En la medida en que los seres humanos somos también animales, los poderes mentales humanos deberían también poder explicarse desde posiciones exclusivamente mecánicas. El lugar del alma inmortal humana en un mundo y un cuerpo mecánicos se convirtió en un serio problema.
El trabajo desarrollado por Descartes puede dividirse en dos periodos. En el primero de ellos, Descartes se centró en proyectos científicos y matemáticos, destacando su interés por la física, pero con una creciente atención hacia la fisiología. El trabajo científico de Descartes culminó con dos grandes libros, Le Monde,sobre física y el inacabado L`Homme sobre fisiología. Decidió que para que sus puntos de vista científicos consiguieran la aceptación que no habían obtenido los de Galileo, se necesita una justificación filosófica cuidadosa y convincente y procedió, a partir de este momento a desarrollar la filosofía que le haría famoso e influyente.
En Le Monde, Descartes describe un universo mecánico que se comporta exactamente igual que el nuestro, invitándonos de esta forma a creer que es el nuestro. En L^Homme Descartes nos pide que imaginemos “estatuas o máquinas de barro” ( sin duda, un hombre máquina) cuyas operaciones externas describe en detalle, invitándonos a creer que estos hombres máquinas somos nosotros, excepto por el ello de que carecen de alma. El optimismo cartesiano al considerar que se podía explicar el comportamiento de los animales, y una gran parte del comportamiento humano, como el producto de una máquina interna había sido alentada por las capacidades altamente desarrolladas de los artesanos contemporáneos de Descartes,quienes construían estatuas de animales y de personas que se comportaban como seres vivos. Descartes inició una tendencia consistente en la reducción de las funciones mentales a procesos mecánicos, que solamente en la actualidad está comenzando a dar sus frutos. Aunque para nuestros propósitos no son importantes los pormenores de la psicología fisiológica de Descartes, si lo son las dificultades conceptuales para el tratamiento de la mente humana que se derivaron de su aproximación. La argumentación de Descartes se suele presentar como correcta y simple, pero en realidad es escurridiza y esquiva, un tortuoso intento por preservar al alma cristiana en un universo mecánico. Descartes tuvo que evitar dos tentaciones heréticas, cada una de las cuales tiene su origen en la dificultad que se presenta cuando se intenta asimilar el pensamiento aristotélico al cristianismo. La primera de tales tentaciones heréticas es el Averroismo, denominado así por la latinización del médico Ibn Rushd (1126-1198), que fue el primero que la propuso. El Averroismo es el resultado de separar la mente humana aristotélica del cuerpo para, a continuación, identificarla con el alma cristiana o musulmana. La segunda de las tentaciones heréticas fue el Alejandrismo, denominada así por Alejandro de Afrodisia (fl. 200)Surgió ante la renuncia a la marcada distinción aristotélica entre la forma y la materia, además de por la atribución a la materia cerebral del poder no sólo de percibir y recordar sino también de pensar y poseer conocimiento. Al igual que el Averroismo, el Alejandrismo negaba la inmortalidad del alma personal y se iría convirtiendo a través de la influencia del naturalismo en algo cada vez más tentador. En L^Homme el alma humana se distingue de las funciones del cuerpo animal porque posee el poder de pensar, poder que se caracterizaba, según Descartes, por incluir tres importantes facetas. Definir el alma por el poder del pensamiento o de la razón es, por supuesto, algo totalmente tradicional y no representa más que un retorno a los antiguos griegos. Lo que sí es novedoso desde el punto de vista cartesiano, es que el pensamiento se utilice para separar a los humanos de los animales en los ámbitos de la experiencia, el comportamiento y la posesión del lenguaje.Al igual que haríaWilliam James algunos siglos después, Descartes trazó una marcada línea divisoria entre la conciencia simple y la autoconciencia. James señaló que la mayor parte de nuestro comportamiento puede ser ejecutado a través de hábitos simples, sin intervención del pensamiento.
El pensamiento permite que el comportamiento humano sea más flexible que el comportamiento animal. Los animales, escribe Descartes, necesitan alguna “ disposición para cada acción particular “ predeterminada. El tercero de los resultados del pensamiento humano es el lenguaje, que para Descartes era algo exclusivo del ser humano. En L^Homme el lenguaje jugó un papel muy importante para el entendimiento cartesiano de la mente humana, convirtiéndose en un elemento crucial de la autoconciencia humana. Para Descartes, la capacidad del alma humana para formular proposiciones no dependería de la adquisición de ningún lenguaje particular. Propuso la existencia de un lenguaje innato en la mente humana, mientras que las lenguas con las que nos comunicamos no serían sino traducciones externas de este lenguaje mental. Descartes quería que la nueva ciencia estuviera guiada por una metodología más depurada y, por eso, durante algunos años trabajó en el libro reglas para la dirección del espíritu. Finalmente abandonó esta empresa, aunque este libro se publicaría de forma póstuma. Descartes expresó su primera verdad indudable a través de la conocida sentencia “cogito ergo sum” (pienso, luego existo). El alma, la cosa pensante, era una sustancia espiritual sin ningún tipo de componente material, que no ocupaba ningún espacio y que era completamente independiente del cuerpo. Descartes propuso un nuevo dualismo radical en el que el alma y el cuerpo eran totalmente diferentes y no compartían materia ni forma. Tampoco concibió al alma como la forma del cuerpo, sino que el alma residiría dentro del cuerpo mecánico como una especie de fantasma, recibiendo las sensaciones del mismo y dirigiéndolo a través de acciones de voluntad. El dualismo alma cuerpo cartesiano se convirtió en una manera de explicar el dualismo de las propiedades sensoriales primarias y secundarias. De acuerdo con descartes, el mundo material estaba formado por corpúsculos o átomos que poseen tan sólo las propiedades de la extensión en el espacio y de la localización física. Además de este mundo material, que incluye al cuerpo, existe un mundo subjetivo de la conciencia y la mente. Por lo que se refiere al conocimiento humano, Descartes llegó a la conclusión de que existen dos mundosel mundo mecánico-material objetivo, científicamente cognoscible -el mundo tal y como es realmente- y el mundo subjetivo de la conciencia humana que se puede conocer a través de la introspección.
Descartes afirma que la experiencia consciente es como un teatro o como una fotografía, una imagen como el yo, ingenuamente considera real, pero que puede ser examinada como un objeto - la propia conciencia - gracias a una forma especial de observación interna denominada introspección.
La psicología de la conciencia nació como un producto de este teatro cartesiano, aunque no llegara aún a alcanzar el rango de la ciencia. Tras la muerte de Descartes, se dio por sentado de forma general que la conciencia es un conjunto de sensaciones proyectadas en la mente que el yo puede examinar reflexivamente. De acuerdo con Descartes, el alma era como un punto matemático localizado en el espacio, pero que realmente no ocupaba espacio alguno y que estaba dedicado en exclusiva a una misión: el pensamientoEl pensar en el alma como un punto fue algo radicalmente nuevo. Ese pequeño yo que vive en el teatro cartesiano se conviete en algo fácil de eliminar. Hume tras buscarlo en su interior no lo encontró. Kant, tampoco pudo encontrarlo, aunque lo consideraba como una necesidad lógica. En la psicología de la conciencia, el yo similar a un punto se introdujo para controlar, observar e informar con precisión sobre la experiencia. En la psicología del inconsciente, el yo similar a un punto se transformó en el Yo, que tan sólo controla parcialmente los feroces deseos del ello animal. En la psicología de la adaptación el alma comenzó a desaparecer; en el siglo XX el conductismo y la ciencia cognitiva se han desarrollado sin referencia a la conciencia ni al yo. Al separar la experiencia del yo y transformarla en un objeto, convirtiendo la conciencia en algo susceptible de estudio, Descartes hizo posible a la psicología, además de convertirla en algo filosóficamente importante. La concepción radicalmente novedosa que propuso Descartes sobre el alma y el cuerpo estaba en sintonía con la revolución científica, que había comenzado a cuestionar la validez de la percepción y a considerar el mundo como una máquina. La psicología cartesiana y las variantes desarrolladas por algunos de sus seguidores se extendieron con rapidez por el mundo intelectual europeo, convirtiéndose en el punto de partida para prácticamente todos los psicólogos, incluso para aquellos que estaban en desacuerdo con Descartes. Se presentarían una gran cantidad de dificultades, algunas de las cuales revisaremos más adelante, pero dos de ellas fueron reconocidas por el propio Descartes que, incluso intentó resolverlas. El primer problema hace referencia a la manera en que la mente, o el alma, y el cuerpo interactúan. Descartes intentó desarrollar un mecanismo fisiológico para explicar como se producía esta interacción. Propuso que una pequeña glándula situada en la base del cerebro, la glándula pineal, era el escenario del teatro cartesiano.
La otra dificultad relativa a la posición cartesiana es denominada por los filósofos “el problema de las otras mentes”. Si mi mente es una sustancia pensante similar a un punto que se encuentra encerrada en el cuerpo, ¿cómo puedo yo llegar a saber que mi alma no es la única del universo?. Sé que poseo alma debido al argumento del cogito, pero ¿cómo puedo saber si la persona que está leyendo esto o si Bill Clinton tiene alma?, Descartes respondió a esta cuestión de la misma forma en que lo había hecho en sus trabajos científicos: recurriendo al lenguaje. A partir de mi propia autoconciencia sé que pienso y que expreso mis pensamientos por medio del lenguaje. Así, cualquier criatura que posea lenguaje puede pensar y, por tanto, posee una mente, si los animales carentes de alma pudieran desarrollar un lenguaje, quizá esto significaría que los seres humanos también carecerían de alma. La teoría de la evolución socavó la ruptura radical propuesta por Descartes entre los seres humanos y los animales.
Curiosamente, una variación del marco teórico cartesiano llegó a ser enormemente influyente desde el mismo momento en que se propuso. Estaba más cerca del sentido común, era más intuitiva, menos deudora de la metafísica y llegó a ser citada en los principia de Newton publicados 37 años después de la muerte de descartes. Nos estamos refiriendo a la tentativa de psicología científica que llevó a cabo el médico filósofo John Locke.
El entendimiento humano: John Locke (1632-1704).
Fue amigo de los científicos Isaac Newton y Robert Boyle, en cuyos laboratorios trabajó como ayudante. Su trabajo más importante en psicología fue “ensayo acerca del entendimiento humano” que comenzó a escribir en 1671. Al igual que Descartes Locke quería entender de qué forma funciona la mente humana, cuáles son las fuentes de sus ideas y los límites del conocimiento. Locke, sin embargo, como corresponde a un médico y a un político práctico, estuvo menos controlado por un sistema metafísico comprensivo de lo que había estado Descartes. Su imagen de la mente fue simple y, según los angloparlantes que le siguieron de sentido común.Al igual que Descartes, Locke recuperó la teoría cognitiva de la copia, al considerar que las ideas son representaciones mentales de los objetos. La mente no conoce formas o esencias y ni siquiera a los objetos en si mismos, sino que tan sólo conoce sus propias ideas. ¿De dónde vienen nuestras ideas?, ante esto contestó en una palabra: de la experiencia; en ella se fundamenta y de ella se deriva todo nuestro conocimiento. Es nuestra observación aplicada tanto a los objetos sensibles externos como a las operaciones internas de la mente....., la que proporciona a nuestro entendimiento todos los materiales del pensamiento. estas son las dos fuentes del conocimiento de las que brotan todas las ideas que tenemos o que podríamos tener de forma natural. La primera fuente de conocimiento, o el primer tipo de experiencia, era la sensación que produciría las ideas de aquellos objetos que habían provocado las sensaciones, incluyendo al placer y al dolor. La segunda fuente de la experiencia era la reflexión, es decir, la observación de nuestros propios procesos mentales.
Al plantear el proceso de reflexión, Locke obordó un tema muy importante relacionado con la mente que Descartes había dejado abierto. La reflexividad radical de descartes dio lugar al teatro cartesiano, que separó al yo de su experiencia. De acuerdo con Descartes, el yo podía diferenciarse de su experiencia del mundo para así, examinar críticamente sus sensaciones. Sin embargo, el grado en el que el yo puede examinarse a sí mismo sigue siendo un misterio. Descartes estaba seguro de que pensaba, pero no dijo que supiera como pensaba. Evidentemente ambas cosas no son lo mismo. Locke propuso que, además de observar su propia experiencia del mundo exterior - la sensación -, el yo puede observar sus propios procesos mentales por medio de la reflexión.
Desde la fundación de la psicología como una ciencia, la investigación y la teoría han continuado divididas en torno al problema de si la mente puede observar o no fielmente sus propias operaciones. Si, tal y como Locke pensaba, puede hacerlo, la tarea de la psicología se simplifica, ya que las hipótesis sobre los procesos mentales podrían ser evaluadas directamente a través de la observación en su forma reflexiva. si no se pudiera llevar a cabo tal observación como la mayoría de los psicólogos creen en la actualidad, las hipótesis sobre los procesos mentales podrían ser evaluadas tan sólo indirectamente.
de la misma forma que se suele considerar a Descartes como el padre de la filosofía racionalista moderna, a Locke se le suele considerar el padre del empirismo puesto que planteó el principio empírico según el cual el conocimiento deriva solo de la experiencia. Locke, sin embargo no estaba atacando a la concepción cartesiana de las ideas innatas, sino que se oponía a gran número de escritores ingleses que creían en los principios morales innatos y que los consideraban como el fundamento de la moralidad cristiana. Locke fue acusado en numerosas ocasiones de ateo por negar la existencia de las verdades morales innatas. Locke consideró que la idea de la moral innata y las verdades metafísicas eran el sustento del dogmatismo. Practicamente no existe ninguna diferencia entre Locke y escartes en cuanto a las ideas innatas, por ejemplo Locke, al igual que Descartes afirmó que el lenguaje es un rasgo específico de nuestra especie.
En sus trabajos sobre educación, Locke consideró que una gran parte de la personalidad y de las capacidades de un niño son innatas. Los motivos básicos del hombre, buscar la felicidad y evitar el sufrimiento, son igualmente principios prácticos innatos, aunque, por supuesto, no tienen nada que ver con la verdad. Para Locke la mente no era tan sólo una estancia vacía lista para ser amueblada por medio de la experiencia, sino que era un complejo mecanismo de información. la experiencia directa nos proporciona ideas simples que son posteriormente elaboradas y combinadas entre ellas por la maquinaria mental para formar ideas complejas.¿Tenemos libre albedrio?. Como veremos en el siguiente apartado, algunos pensadores como Hobbes o Spinoza contestarían negativamente a esta pregunta, afirmando que no somos libres. Locke propuso, una respuesta que se ha vuelto muy popular desde entonces: preguntar si la voluntad es libre es plantear la pregunta de manera equivocada. La pregunta adecuada es si nosotros somos libres. desde este punto de vista, la respuesta es sencilla: somos libres cuando somos capaces de hacer lo que queremos, aunque no seamos conscientes de nuestros deseos. Lo que importa pues, es la libertad de acción y no la libertad de voluntad.
Las leyes de la vida social: Thomas hobbes (1588-1679).
Descartes, contemporaneo de Hobbes, creía que los animales eran en su totalidad máquinas, aunque no llegó a extender esta idea a los humanos. Hobbes yendo bastante más lejos, afirmó que la sustancia espiritual era una idea absurda. tan sólo existe la materia y cualquier acción humana, al igual que la de los animales está plenamente determinada por causas materiales en vez de espirituales. existe un punto en el que coinciden las opiniones deDescartes y de Hobbes, la filosofía debería ser construida siguiendo el modelo de la geometría. Hobbes creía que todo el conocimiento estaba basado en última instancia sobre la percepción sensorial. defendió un nominalismo extremo, considerando que los universales no eran más que nombres que servían para agrupar aquellas percepciones sensoriales que recordamos. Hobbes descartó los argumentos metafísicos por considerarlos disputas escolásticas referidas a conceptos carentes de sentido. estableció una separación muy rígida entre la filosofía, que consideraba racional y con significado, y la teología, que sería irracional y carente de significado. Su doctrina psicológica más interesante es aquella que considera que el lenguaje y el pensamiento están estrechamente relacionados o que incluso sean lo mismo.En Leviathan Hobbes parte de una asunción común al liberalismo moderno cuando asume que todos los seres humanos han sido creados aproximadamente de la misma forma por lo que se refiere a capacidades mentales y físicas. pero si no hubiera un gobierno, cada persona buscaría su ínteres personal por encima de sus semejantes. El mejor estado político para asegurar tales libertades es el del despotismo absoluto en el que todos los miembros de la sociedad fijan sus derechos y sus poderes por medio de un contrato con un soberano, este soberano será el encargado de gobernar y de proteger a los ciudadanos, unificando todas sus voluntades en una sola. Hobbes, no es a pesar de todo, el fundador del totalitarismo moderno, ya que para él el estado autoritario establece unas condiciones para la paz que permiten a los ciudadanos hacer con libetad todo lo que quieran siempre que no perjudiquen a sus semejantes.
El corazón tiene razones que la razón desconoce: Blaise pascal (1623-1662).
Según Descartes, la duda conduce a la certeza triunfante de la razón. Según Pascal, la duda conduce a otra duda todavía peor. Pascal aborreció el racionalismo exarcebado de Descartes y tan sólo encontró consuelo y certeza en su fe en Dios. Según Pascal, lo verdaderamente esencial en el hombre no es la razón natural, sino la voluntad y la capacidad de fe, es decir, el corazón. Pascal dudaba de la capacidad de una persona para comprender a la naturaleza o para entenderse a sí misma, la humanidad es desdichada, pero la exclusiva autoconciencia del hombre le eleva más allá de la naturaleza animal, pudiendo alcanzar la salvación a través de su fe en el Dios cristiano. Pascal también fue un científico y un matemático que investigó sobre el vacio y colaboró en el descubrimiento de la teoría de la probabilidad. Pascal fue el primero que pensó que la mente humana podía concebirse como un procesador de información susceptible de imitación por parte de una máquina. Para alguien con su sensibilidad estas implicaciones eran espantosas.
La ampliación del determinismo: Baruch Spinoza.
Identificaba a Dios con la naturaleza y consideró al estado como un mero acuerdo social que podía revocarse en cualquier momento. Fue despreciado por sus propios correligionarios, aunque también sería denunciado por los cristianos. La filosofía de Spinoza comienza a partir de la metafísica y concluye con una reconstrucción radical de la naturaleza humana. Spinoza argumentó que Dios es esencialmente naturaleza. Sin el mundo natural existente nada existiría, por tanto Dios ( la naturaleza ) es el creador que sustenta todas las cosas. Además interpretó a la naturaleza desde una perspectiva totalmente determinista, Spinoza extendió su análisis determinista a la naturaleza humana. La mente no sería algo separado del cuerpo, son una unidad, pero pueden ser contemplados desde dos perspectivas como procesos fisiológicos o como hechos mentales. Para Spinoza la actividad mental está determinada por la actividad corporal. Sentimos que somos libres pero este sentimiento no es más que una ilusión. Si entendieramos correctamente las causas del comportamiento y del pensamiento humanos nos percatariamos de que no somos libres.
El universo físico está más allá de nuestro control, pero no lo están nuestras pasiones. Por tanto, la sabiduría es una forma de autocontrol racional en vez de un vano esfuerzo por controlar la naturaleza o a Dios. También sostiene que los gobiernos deberían permitir la libertad de pensamiento, de conciencia y de expresión, ya que cada persona debería ser libre para ordenar su mente como considera oportuno. La ética de Spinoza así como su visión de la humanidad, es de carácter estoico.
Niveles de conciencia: Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716).
Su metafísica es extremadamente compleja. Concibió al universo como compuesto por una infinidad de entidades similares a puntos geométricos a los que denominó mónadas, cada una de las cuales poseería vida y cierto grado de conciencia. Los animales y los seres humanos están compuestos de mónadas que sirven a otra mónada más consciente y, por ello, dominante. Descartes había afirmado que la mente y el cuerpo interactúan, sin embargo debido a que no está claro de que forma interactúan, apareció un punto de vista denominado ocasionalismo, según el cual Dios se había asegurado de que cuando tuviera lugar un hecho corporal ocurriera al mismo tiempo un hecho mental y viceversa. Esta perspectiva también presenta sus dificultades, pues nos lleva a imaginarnos a Dios corriendo de un sitio para otro manteniendo coordinados al cuerpo y a la mente. Leibniz propuso una respuesta que desde entonces ha sido conocida como el paralelismo psicofísico, según Leibniz, Dios habría creado el unievrso de tal forma que existiría una armonia preestablecida entre todas las nómadas Leibniz propuso una respuesta conocida como paralelismo psicofísico o mente - cuerpo.
Leibniz apoyó la existencia de ideas innatas. Al igual que Descartes, consideraba que muchas ideas, tales como la idea de Dios o de las verdades matemáticas, no podían ser creadas a partir de la experiencia por ser demasiado abstractas.
Las ideas más importantes para la psicología de entre las propuestas por Leibniz están relacionadas con su concepción de percepción. Distinguió entre la petite percepción y la percepción, la primera es un suceso estimular tan débil que no llega a ser percibido. la percepción está compuesta de innumerables petite perceptions. También distinguió entre percepción y sensación. Una percepción sería una idea primaria y confusa que no es realmente consciente y que puede darse tanto en los animales como en humanos. sin embargo, una persona puede refinar y perfilar las percepciones llegando a reconocerlas reflexivamente en su conciencia, en ese momento se transforman en sensaciones.
según Leibniz el componente principal de la aperepción es la atención, que puede ser diferenciada en dos tipos activa y pasiva.

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