LA ENTREVISTA INICIAL CON LOS PADRES (Aberastury)


Cuando los padres deciden consultarnos sobre el problema o enfermedad de un hijo les pido una entrevista, advirtiéndoles que el hijo no debe estar presente pero si informado de la consulta.
La entrevista es reveladora del funcionamiento del grupo familiar en la relación con el hijo.
Los datos que nos dan los padres suelen ser inexactos, deformados o muy superficiales, suelen vivirla como un enjuiciamiento.
No consideramos conveniente finalizar la entrevista sin haber logrado los siguientes datos básicos que necesitamos conocer antes de ver al niño:
a) motivo de consulta; b) historia del niño; c) como se desarrolla un día de su vida diaria, un domingo o feriado y el día de su cumpleaños; d) como es la relación de los padres entre ellos, con sus hijos y con el medio familiar inmediato.
Una vez terminada la entrevista, si los padres han decidido hacer solamente un diagnóstico, se les comunicará el día y la hora de la entrevista con el niño así como su duración. Si en cambio aceptan un tratamiento se les dará las indicaciones generales en las que éste se llevará a cabo, condiciones que detallaremos más adelante.

El material del juego y el cajón individual

Material estándar de la caja del juego: cubo, plastilina, papel, lápices, pegamento, algunos muñecos, trapitos, piolín, autos, platitos, tazas, cubiertos, tijeras. (hasta 4 o 5 años o más con alguna modificación)
La primera acción que realiza el niño, y el tiempo que transcurre hasta que la inicia, nos dice mucho sobre su actitud frente al mundo. También se verá en la 1ª sesión cual es la fantasía inconsciente de enfermedad y de curación, y como acepta o rechaza el papel del terapeuta.
Freud descubrió que el juego es la repetición de situaciones traumáticas con el fin de elaborarlas; y que al hacer activan lo que el niño ha sufrido en forma pasiva, el niño consigue adaptarse a la realidad. La inhibición para jugar se entiende por tanto como un índice grave de neurosis. Un niño que no juega no elabora situaciones difíciles de su vida diaria, y las canaliza patológicamente en síntomas e inhibiciones.
Al finalizar la hora de juego con el niño. Guardamos los juguetes en su cajón y le señalamos que ese material le pertenece y el cajón permanece cerrado con llave, y que todo lo que pasó durante la sesión será mantenido en reserva absoluta.
El cajón individual que se le ofrece al iniciar el tratamiento se constituye en el símbolo del secreto profesional.

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