Los Organizadores del Desarrollo Psicomotor


Toda actividad es psicomotriz y para su puesta en marcha se articulan diferentes sistemas anatomofisiológicos, psicológicos y sociales de gran complejidad que determinan una particular manera de ser y estar en el mundo, de relacionarse con otros para satisfacer necesidades biológicas, culturales, espirituales y sociales.
La psicomotricidad es entonces una disciplina que estudia al hombre desde esa articulación, descodificándola el campo de significaciones que el cuerpo y el movimiento, en relación, generan y constituyen señales de su desarrollo, de su salud, de sus posibilidades de aprendizaje e inserción social y también de la enfermedad, la discapacidad y la marginación. El juego posee un papel muy importante en el desarrollo psicomotriz, como así también la relación con los otros (que primero será indiferenciado y luego será significativo), permitiendo identificarse con su cuerpo y crear las nociones de tiempo y espacio.
Organizador: Es un ordenador, un promotor, un planificador que tiene especial aptitud para instruir, estructurar, constituir, instaurar, establecer o reformar una cosa, sujetando a reglas el numero, orden, armonía y dependencia de las partes que la componen.
Desarrollo: Es un proceso de transformaciones internas que se operan en el sujeto para la satisfacer progresivamente sus necesidades, en un proceso de adaptación activa del medio. Es decir, pasar de una dependencia absoluta a una autonomía relativa a través de un feedback entre el niño y el adulto significativo
El sujeto, en el interjuego de acciones con el medio físico y humano, va a transformar esos medios y a su vez es transformado por el. Esos dos medios , físico y humano, son elementos necesarios e impredecibles para el desarrollo.
La autora plantea que existen cuatro analizadores en el desarrollo del niño:
  • 1º Organizador: Apego. Son comportamientos tendientes a obtener del otro la ayuda para el desarrollo. Bowlby sostiene que en un principio el niño no discrimina entre los adultos que los cuidan y que recién entre el 4º y 6º mes aparecen comportamientos diferenciados hacia un adulto especial. “A medida que la capacidad perceptual del niño crece, ira estructurando la conducta de apego para la búsqueda de la madre, aunque también hay un aprendizaje de apego que va desarrollando hacia aquellas figuras con las que tiene mas interacción o quienes provean la respuesta adecuada”.
Ajuriaguerra afirma que en la constitución del apego, el tacto y el contacto suave, el olor de la piel, el calor del movimiento rítmico del cuerpo, la mirada, la sonrisa y la voz parecen tener un lugar primordial. Ese vinculo del apego, lo tranquiliza, lo relaja le permite disminuir la tensión, el miedo y la excitación.
La finalidad del vinculo del apego es garantizar al niño que nace, en una situación de indefensión, los cuidados del adulto y por otro lado sostener las posibilidades de conexión con el mundo. La calidad de interacción con el medio y la maduración del sistema nervioso van a permitir al sujeto transformar sus conductas de apego a través de dos procesos
a.       
b.      La progresiva internalización de las figuras primarias de apego.
c.       El desplazamiento y distribución de la función de apego a otras figuras, adultos u otros pares.
Por ejemplo un niño lega por primera vez al jardín de infantes. Primero va a estar pegada a su madre. Luego las cualidades del lugar , sus compañeros, juegos serán observados, aumentando progresivamente la distancia de su figura de apego.
Poco a poco comienzan a llevar al jardín objetos de su casa: el osito, la sabanita, que le permiten estar acompañados.
Winnicot describió este desplazamiento hacia el objeto de la función de sostén como objeto o fenómeno transicional, que suele aparecer entre los 2 o 3 años, aunque se puede extender hasta los 6 o 7. Ese objeto, es de alguna manera, el que remplaza y remite a la figura primaria de apego para poder crear un YO autónomo. Ese objeto suele ser blando, suave, que brinda sensación de calor. El niño deposita su libido en ese objeto y suele aferrarse en determinados momentos, cuando la separación de la madre es mayor. Si ese objeto es lavado o perdido pierde significación para el pequeño, buscando otro
A veces es necesario un contacto de piel a piel; en otros la mirada o la voz; o el recuerdo para la distancia en el vinculo de apego.
El comportamiento de apego es permanente, dura toda la vida. Sus manifestaciones, la distancias soportables y las consecuencias mas o menos catastróficas ante la separación o la perdida de la figura de apego, son señales de la solidez de la estructura yoica, y de la madurez afectiva del sujeto.
De la misma manera que el despego, el apego exagerado, envolvente, asfixiante, donde no hay alternancia entre presencia y ausencia, la llamada “sobreprotección”, anula la exploración y la capacidad de conquista de la autonomía. El adulto se transforma entonces en el protagonista sustituto de la acción del niño. Este no se abre al mundo, no hace, no siente, no piensa, no actúa sin la mediación de un adulto quien lo hace pasivo y dependiente. El apego se convierte en pegoteo.
En conclusión la función de este organizador es de brindarle la supervivencia del niño, como así también sensaciones de alivio de tensiones y brindarle la seguridad para la distancia optima con el adulto, para así poder desplazarse y explorar el mundo.

·         2º Organizador: Exploración del Mundo. Este sistema esta constituido por el conjunto de conductas de exploración que ligan al niño al mundo exterior. Estas conductas exploratorias le van a permitir conectarse, conocer, aprehender las características del mundo externo, internalizarlas y operar con ellas. Esas conductas exploratorias se dan por la curiosidad y el interés por los seres y objetos del espacio circundante.
Los dos comportamientos (apego y exploración) tienen funciones y objetivos contrarios, pero al mismo tiempo complementarios. El niño se apega al adulto que es su primer objeto de exploración. En los momentos de exploración disminuyen los comportamientos de apego el niño se activa, desplazándose para explorar, pero cuando la emoción resulta excesiva por la ansiedad, el temor o la sorpresa aumentan las conductas de apego, disminuyendo la exploración. Pero no puede existir una sin la otra. Ambos aspectos se unen y se excluyen al mismo tiempo.

·         3º Organizador: Comunicación. Se inicia en el vientre materno. Con los movimientos fetales, la madre hace interpretaciones. Es decir a través de los movimientos tónicos-posturales y dinámicos.
Ajuriaguerra denomino dialogo tónico a la función primitiva y permanente de comunicación que establece una comunicación inmediata, previa a toda relación intelectual, constituyendo así el primer sistema de señales, antes de que el niño pueda adquirir y manejar el lenguaje verbal.
La eficacia de este primer sistema de señales y la satisfacción, el placer, la ansiedad, la tensión, la gratificación o frustración que provoca quedaran ligados, alentando o interfiriendo en su desarrollo. El niño necesita que sus repuestas sean interpretadas y adecuadas, sino este se pone molesto, se inerva.
A partir del dialogo el niño y el adulto aprenden y perfeccionan las maneras de indicar las intenciones mutuas.
Existe una profunda interconexión entre estos tres organizadores:
El niño se apega porque el primer objeto de exploración es el adulto ya que este es capaz de proporcionar respuestas especificas. Al mismo tiempo el niño puede explorar porque cuanta con esta figura (adulto) que lo sostiene y neutraliza su ansiedad y puede comunicarse con el porque es el receptor y continente de sus necesidades, de su exploración y contacto con el mundo.

·         4º Organizador: Equilibrio Este organizador va a permitir la capacidad de ejecutar movimientos de forma armónica y al ejecutar otros movimientos, no perdiendo esa armonía. El equilibrio es una génesis que se construye en dirección de la maduración del sistema nervioso central, que permite al sujeto mantener el equilibrio estable en situaciones cada vez mas dificultosas.
La armonía que lograra el sujeto en la organización de un acto va a ser resultado de una adaptación activa y continua a fuerzas físicas cambiantes que actúan en todo momento sobre el cuerpo.
La inestabilidad va a provocar tensiones exageradas, crispación, torpeza, desajustes práxicos, ansiedad, angustia, miedo, inseguridad o desorganización en el plano psíquico. El sujeto entiende que necesita recuperar el equilibrio. Una vez que lo obtiene se siente estable, ya que el mismo ejecuta movimientos que no son obligados, promoviendo el surgimiento de comportamientos nuevos.
En conclusión, el equilibrio es una dialéctica de fuerzas que operan entre el sujeto y el medio. Las cualidades de esta síntesis expresan la calidad de la presencia del sujeto en el mundo; de su “ser en el mundo”. El equilibrio es la base de la formación de una personalidad sana, segura y autónoma 

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