PSICOPATOLOGÍA DE LA ATENCIÓN


Introducción: Hay muchas diferencias conceptuales y muchas teorías que coexisten con respecto a este tema. La psicopatología de la atención varía en función a cómo entendemos el significado del término. Hay una relación entre el estudio normal de la atención y el estudio de sus alteraciones. La connotación de lo psicopatológico viene dada más por el paciente que presenta la alteración que por la propia alteración. Muchas de las experiencias que se ven como alteraciones son respuestas totalmente adaptativas, son alteraciones porque la forma en que actúa la atención no es habitual. La atención está en el nivel explicativo más básico del proceso de conocimiento, es condición necesaria para que se produzca conocimiento. Por ejemplo en esquizofrenia la atención tiene el rango de síntoma primario que subyace a la enfermedad.

Definición y teorías de la atención: El concepto de atención tiene una historia accidentada, pasó de ser tema fundamental a quedar relegado por el paradigma conductista. Este concepto que se usa para explicar muchas cosas termina por ser inútil. La atención es definible por sus modalidades como por los efectos que produce en el procesamiento de información. Por esto es que hay muchas teorías, éstas se diferencian por el énfasis que se ponga a una u otra propiedad (selectividad, capacidad, concentración o la de alerta).

Hay dos grupos o tipos de modelos de atención:

- Modelos de filtro: enfatizan la característica de selección. Broadbent (58): postula que las limitaciones de la atención se deben a la existencia de ciertos mecanismos o estructuras en el sistema cognitivo que, por su naturaleza, son incapaces de tratar con más inputs simultáneamente. La función de la atención es la de regular la entrada de inputs en este sistema y actuar como un filtro (analogía: cuello de botella).
Pero no todos los autores estuvieron de acuerdo con en qué momento se produce la selección. Hay teorías (Broadbent y Treisman) que postulan una selección temprana, que actúa antes del análisis categorial de input (filtro precategorial), otras (Deutsch y Norman) sitúan el filtro en un momento más tardío del procesamiento, una vez que el input ha sido analizado semánticamente (filtro poscategorial).

- Modelos de capacidad o de recursos limitados: énfasis en los límites de la atención a la hora de realizar tareas, fundamentalmente tareas que requieren una distribución de los recursos atencionales (atención dividida o doble tarea). Un enfoque más actual es el que deriva de la distinción entre procesamiento automático y controlado.
En los 79 se empieza a plantear esto. El problema dejó de ser cómo se seleccionaba la información ya que la respuesta era contundente: seleccionamos porque nuestra capacidad para atender es limitada. Kahneman (73): en un modelo estructural la interferencia se produce cuando a un mismo mecanismo s ele exige la realización simultánea de 2 operaciones incompatibles. La interferencia se da cuando las demandas de 2 actividades exceden la capacidad disponible. Se centra en la capacidad y la concentración, resaltando las limitaciones para mantener la atención. La analogía acá es el hombre orquesta (hombre capaz de hacer varias cosas a la vez).

Doble tarea: la práctica prolongada de una tarea tiene como consecuencia un marcado descenso de la demanda de la capacidad central, o sea, de los recursos atencionales. A medida que se progresa en la práctica, la demanda de la atención se hace progresivamente menor, la ejecución de la tarea se ha automatizado. La teoría de Shiffrin y Schneider distingue entre 1) procesos controlados: requieren atención conciente y consumen capacidad y recursos atencionales, son lentos y flexibles ya que pueden adaptar las demandas cambiantes de la situación, y 2) procesos automáticos: no consumen recursos atencionales.

Psicopatología clásica de la atención: La atención se caracteriza por estar muy ligada a la concentración: la atención implica un proceso de focalización perceptiva que incrementa la conciencia clara y distinta de un núcleo de estímulos. Las patologías atencionales se ubican en un continuo de la concentración. La vigilancia y la claridad de la conciencia son prerrequisitos necesarios para que la atención se ponga en marcha. Vigilancia y concentración se asimilan a vigilia.

Scharfetter: atención como la orientación (activa o pasiva) de la conciencia hacia algo que se experimenta. Concentración es la persistencia concentrada de la atención. A partir de esto da la clasificación de los trastornos atencionales:
-Falta de atención y trastorno de la concentración: incapacidad o capacidad disminuida para enfocar, concentrarse y orientarse hacia un objeto. Es un trastorno de la capacidad de prestar atención persistentemente a una determinada actividad u objeto. Lleva una gran distraibilidad y falta de concentración. El grado más intenso de distraibilidad y la ausencia completa de atención se llama APROSEXIA.
-Estrechamiento de la atención: Concentración sobre unas pocas cosas. Por ej es la fijación sobre las alucinaciones en el delirio intenso.
-Oscilaciones de la atención y de la concentración: alteraciones en cuanto a la duración de la atención. Esta oscila con arreglo al interés, a la participación personal de un sujeto en un objeto, etc.

Hilgueras, Jiménez y López: La conciencia es la luz que ilumina la escena, la atención es el foco que hace resaltar unos objetos del resto. En su clasificación de psicopatologías diferencia entre anormalidades cuantitativas y anormalidades cualitativas. Dentro de las cuantitativas están:
Elevación del umbral de la atención: la atención no se despierta si no es con estímulos intensos (en depresiones, estados de agitación).
Indiferencia: falta de atención para interesarse por los acontecimientos, siendo ineficaces los estímulos que despiertan interés en situaciones normales.
Inestabilidad de la atención (distraibilidad o hiperprosexia): la atención se halla dirigida superficialmente a los estímulos de cada momento, siendo difícil concentrarla y mantenerla en un objeto.
Fatigabilidad de la atención: modificación causada por el efecto de mantener la atención que se acompaña de escasos rendimientos y abundancia de errores.
Dentro de las alteraciones cualitativas se ubica la PERPLEJIDAD. El sujeto no logra la síntesis del contenido de la atención, careciendo de la significación concreta de los fenómenos y sus relaciones efectivas, no comprende sus actos y las circunstancias que le rodean. (Todas estas clasificaciones son simples, dejan de lado aspectos, centrándola como concentración o como atención sostenida).
No se puede sostener en la actualidad que el proceso de otorgar significado conciente a un acontecimiento pueda considerarse parte constituyente de la atención. Esta confusión se da por confundir la atención con la conciencia, entendida como representación conciente. Esto lleva a incluir la psicopatología atencional en la de la conciencia o al revés.

Planteamientos desde la psicopatología cognitiva
Clasificaciones:

Atención como concentración: Todas las alteraciones relacionadas de algún modo con la fijación (o su ausencia o alteración) de la atención, sobre estímulos, objetos o situaciones. Esto está presente en gran variedad de trastornos psiquiátricos, y en condiciones como la fatiga extrema, necesidad de dormir, estados de desnutrición, etc. Además hay dos alteraciones relevantes: 1) ausencia mental: tipo de experiencia que se considera como anómalo, extravagante e inusual, pero no como patológico. Se podría considerar que es in fenómeno de umbral donde el nivel de atención es bajo para los estímulos que le resultan distractores (los que no se relacionan con sus pensamientos). Se supone que ante un incremento súbito de los estímulos se elimina la ausencia. Para explicar estos fenómenos se debe apelar al “automatismo” y el papel de la atención en el control de la acción. Existen 2 procesos complementarios que operan en la selección y control de la acción, uno sirve y es suficiente para actos bien aprendidos y relativamente simples (caminar, etc.) y otro que permite el control atencional conciente para modular la ejecución, y 2) laguna temporal: no se puede considerar una experiencia mórbida. El ejemplo sería el del experto conductor que yendo por la autopista ve que desde el último peaje no recuerda nada de lo que pasó. El sujeto presenta una laguna en el tiempo, de la que no recuerda nada pero él estaba realizando una actividad. No es un problema de amnesia ya que no tiene desorientación espacio-temporal. El sujeto no recuerda porque no pasó nada que deba recordar, nada pasó que cambiara la situación, hay ausencia de acontecimientos de importancia. Pero ¿cómo se puede explicar sui el sujeto estaba haciendo una actividad o tarea? Esto es por el procesamiento automático versus el controlado los automáticos son libres de demandas atencionales (poco consumo de atención), se hace sin conciencia por parte del sujeto, son resultado de un aprendizaje que se adquiere por la repetición de una tarea, una vez adquiridos son difíciles de modificar. El rendimiento de una tara automática alcanza un nivel asintótico cuando a partir de un momento ya la práctica ya no produce mejorías. Los controlados consumen atención, son sensibles a las limitaciones de los recursos disponibles, y producen interferencia en las situaciones de doble tarea, no son tan rápidos y eficaces pero son más flexibles.

Atención como selección: Habilidad o capacidad para separar los estímulos relevantes de los irrelevantes. Reed (88) incluye la experiencia de “afinar en “, esto no es patológico. Es la capacidad para seguir una fuente de información cuando hay otras muchas que compiten por atraer la atención. Es un fenómeno relacionado con la atención selectiva. La capacidad del hombre para afinar en hace surgir una cuestión que revela dos caras de una misma moneda: la selección y la exclusión (nos permite seguir un conjunto de acontecimientos que pasan simultáneamente pero a la vez nos limita nuestra capacidad para seguir a todos las acontecimientos que ocurren). Esto se puede encontrar en diversos trastornos. La distraibilidad es un síntoma frecuente en muchos trastornos, que puede ir desde los episodios maníacos a los trastornos de ansiedad o de cuadros crepusculares. En esquizofrenia no hay una buena diferencia entre los estímulos relevantes e irrelevantes, problema a la hora de “afinar en”.

Atención como activación: La activación está relacionada con la focalización de la atención y con el grado o intensidad de la misma. La psicopatología está interesada en los cambios en la atención como respuesta al estrés, donde las señales peligrosas producen cambios corporales y en los procesos cognitivos. A niveles atencionales, el foco de la atención se extrema y se restringe. Las características de la amenaza demandan toda la atención y se abandonan las demás señales. ¿Cómo se explican los cambios en la atención por el estrés? S/ modelo de Kahneman (73) la política de distribución es el dispositivo encargado de administrar los recursos disponibles de forma selectiva y ponderada entre las estructuras de procesamiento. Esta política depende de las disposiciones duraderas, las intenciones momentáneas, la evaluación de las demandas y la activación. Esta última explica la anomalía. La activación varía de unos a otros y en el mismo sujeto según la etapa de la vida y la situación. La activación tiene una compleja relación con la capacidad atencional (U invertida): con niveles bajos los recursos atencionales aumentan a medida que se incrementa la activación, peor llaga un punto en que la relación se invierte ya que si se sigue incrementando la activación se produce una disminución de los recursos atencionales disponibles. En situación de estrés la capacidad atencional se reduce drásticamente, con el correspondiente deterioro de la conducta que se vuelve poco adaptativa.

Atención como vigilancia: Tipo de dedicación atencional definido por la propia tarea, sin prejuzgar la actitud o estado del sujeto. Las tareas de vigilancia son aquellas de larga duración en las que el sujeto tiene que detectar un estímulo de aparición infrecuente. Esto tiene 2 aspectos (Ruiz- Vargas): 1) estudio del nivel general de vigilancia, este está afectado por diferentes factores. 2) estudio de la disminución del a vigilancia a la largo de una tarea, esto está afectado por la activación tónica (cambios en la disponibilidad del organismo para procesar un estímulo, como ciclo día- noche). En las tareas de vigilancia de detección de señales se da un deterioro en la ejecución: mientras que por un lado la sensibilidad disminuye, por otro el criterio se eleva. Se dan errores de omisión y de comisión. A veces el sujeto da la respuesta aunque el estímulo no se presente y otras no da la respuesta pedida cuando aparece el estímulo. Este déficit se encuentra mucho en esquizofrénicos. La vigilancia excesiva o hipervigilancia se estudia en pacientes con trastornos de ansiedad generalizada. Eysenck: el funcionamiento atencional (hipervigilante) de pacientes ansiosos y de los sujetos altos en ansiedad-rasgo son similares. La hipervigilancia se puede manifestar de dif modos: a) hipervigilancia general: tendencia a atender a cualquier estímulo irrelevante para la tarea que se presenta (también hay distraibilidad). B) minuciosos movimientos oculares rápidos en el campo visual. C) hipervigilancia específica: tendencia a atender selectivamente a estímulos relacionados con la amenaza antes que a estímulos neutrales. D) ensanchamiento de la atención antes de la detección de un estímulo sobresaliente. E) estrechamiento de la atención cuando se procesa el estímulo sobresaliente.

Atención como expectativas/ set/ anticipación: Es una característica de la atención. El sujeto, gracias al conocimiento y experiencia previa que tiene, o a las instrucciones del experimentador, “anticipa”, “se prepara”. Esto puede tener efectos positivos y negativos. El aprovechamiento de estas informaciones permite ser más rápido y eficaz, pero hace que cuando no se cumplen los acontecimientos previstos se deteriore el rendimiento.
Shakow (62) teoría para la esquizofrenia (Set segmental o disposición fragmentada para la respuesta). Concepto básico: set. Para entender problemas cognitivos de esquizofrénicos. Con datos obtenidos en experimentos de tiempo de reacción (TR). Se ve que esquizofrénicos son más lentos y no se benefician de los intervalos preparatorios (IP). El IP es el intervalo entre el comienzo de la señal de aviso y el estímulo real del TR. Manipulando este tiempo de diseño tareas de TR en las que siempre se pone la misma duración del IP. Los Tr de los sujetos normales mejoran si éstos saben que el IP es regular. En esquizofrénicos no se aprovecha esta ventaja y no mejoran en su ejecución, a menos que el IP sea muy breve. Además el IP de más duración la ejecución empeora. ¿Por qué los normales hacen más rápido tareas cuando cuentan con IP regular? Porque pueden anticipar y preparar la respuesta, cuentan con un set general (preparación o disposición general) que dispone al sujeto para percibir la situación y responder excluyendo los aspectos irrelevantes, pueda dar respuesta específica, apropiada y adaptativa. El esquizofrénico tiene set segmental (disposición fragmentada), el ajuste preparatorio se dirige a aspectos parciales, a porciones de la situación total, por lo que hay una mayor inconsistencia dentro de su respuesta, falla en mantener su estado de predisposición a responder rápida y apropiadamente. La función de protección contra la respuesta a los estímulos está deteriorada.

ALTERACIONES ATENCIONALES EN ALGUNOS TRASTORNOS MENTALES

Esquizofrenia: estudio en el campo de la atención/Kraepelin, 1905. Es común para ellos perder la inclinación y la capacidad sobre su propia iniciativa para mantener fija su atención durante un tiempo. A veces se advierte una especie de atracción irresistible de la atención hacia impresiones externas casuales. McGhie y Chapman (61): para ellos las cosas entran demasiado deprisa, atiende a todo al mismo tiempo y como resultado no atienden nada.
Depresivos: se quejan de falta de concentración y distraibilidad. Williams, Watts, MacLeod y Mathews (88): 3 tipos de experimentación, usando tareas de vigilancia, enmascaramiento y escucha dicótica. En tareas de vigilancia; investigación de Byrne (77). Patrones de ejecución diferentes entre depresivos neuróticos y psicóticos, que muestran nivel general de ejecución peor y menos detecciones correctas, deterioro más marcado con el tiempo. Los depresivos neuróticos hacen mal la tarea pero tienen una ejecución mejor y su s errores son falsos positivos. En tareas de enmascaramiento (Sprock, Braff, Saccuzzo y Atkinson. 83)aunque los sujetos deprimidos no difieren de los normales en cuanto al tiempo de exposición necesario para identificar correctamente un estímulo, sin embargo, cuando el estímulo se enmascara retroactivamente los deprimidos muestran un patrón diferente de los normales: su ejecución sigue mejorando cuanto más largo es el intervalo interestimular, mientras que los normales alcanzan una buena ejecución que ya no mejora con una duración interestimular menor.

Atención autofocalizada y autoconciencia: la atención autofocalizada alude a dominios de contenido ya que se aplica cuando el si mismo es el objeto al que se atiende. Duval y Wicklund (72): teoría de la autoconciencia, cuando un sujeto focaliza la atención sobre sí mismo se produce un incremento en la conciencia de los aspectos del si mismo que son más sobresalientes en ese momento o situación. Estos aspectos activan una dimensión conductual y el individuo autoconciente tiene un estándar o ideal sobre el cuál es la forma apropiada que tendría que tomar esa conducta. Esto lleva aun proceso autoevaluativo en el que la persona intenta armonizar las discrepancias entre su conducta y su criterio de comparación. Si no es posible evitar el estado de autoconciencia, los sujetos intentarán reducir tales discrepancias entre ejecución real y criterio. Carver y Scheier (81): modelo cibernético de autorregulación: atención focalizada como parte de un ciclo de feedback negativo, cuyo propósito es mantener al organismo en el camino para conseguir sus metas. Focalizar la atención sobre uno mismo promueve la activación del sistema de feedback de la conducta de modo que se perciben y corrigen las discrepancias entre los criterios ideales y la conducta actual. Existen diferencias individuales en la disposición de dirigir la atención sobre si mismo. Esta disposición es la “autoconciencia”. La teoría de esto se desarrolló con la Escala de autoconciencia (SCS) de Fenigsdtein, Séller, Buss.
Consecuencias de la autofocalización de la atención (Smith/ Greenberg): a) tendencia evaluativo incrementada y autoestima disminuida, b) efecto negativo intensificado c) incremento de la tenencia a hacer atribuciones internas para resultados negativos. D) autoinformes adecuados, e) tendencia a la retirada de tareas luego de una experiencia inicial de fracaso, f) Amplia repercusión de los efectos de las expectativas de resultado sobre la motivación y ejecución subsiguientes. La atención autofocalizada puede ayudar a mantener o exacerbar la depresión. Teoría de Pyszezynski y Greenberg (87): muestran que el efecto negativo, autocrítica, pesimismo que caracterizan a la depresión puede deberse a la exacerbación de efecto negativo, la tendencia incrementada a atribuir internamente resultados negativos, la disminución de la autocrítica que se demostró que engendra la autoconciencia. En la depresión se experimenta una pérdida y focaliza la atención sobre él mismo, esto intensifica su efecto negativo, disminuir autoestima y tener una autoimagen negativa, lo que a la vez empuja a fracasos conductuales (espiral de déficit, sin salida), pero esto le da seguridad dentro de su mundo inestable, prefiere no enfrentarse con sus escasos éxitos porque eso implica esforzarse para tener una autoimagen positiva y quedarse indefenso al no poder anticipar sus pérdidas futuras.
Relación ansiedad/atención: una de las funciones de la ansiedad es facilitar la detección de un peligro o una amenaza. Los trastornos de ansiedad están asociados con distorsiones sistemáticas en el procesamiento cognitivo de estímulos emocionalmente amenazantes, estas distorsiones van en el sentido de una mayor demanda de recursos de procesamiento debido a la presencia de indicios de amenaza, lo que interfiere con los requerimientos de las tareas con las que se enfrenta el individuo. Hay diferencias en cuanto al contenido, capacidad, distraibilidad y selectividad de la atención entre los ansiosos y los no ansiosos.
Diferencias en el funcionamiento atencional entre ansiosos y no ansiosos: a) los ansiosos tienen sesgos selectivos preatencionales que favorecen el procesamiento de estímulos amenazantes más que de los neutrales, mientras que los no ansiosos presentan un sesgo opuesto, como consecuencia hay diferencias en el contenido de la información a la que se dirige la atención. B) los ansiosos exhiben mayor selectividad atencional que los no ansiosos. La tendencia a atender palabras amenazantes es automática y preatencional (preconciente). Es más probable que los ansiosos atiendan más a los estímulos amenazantes que los normales.

La atención es la focalización de la conciencia (siempre la analogía es hacia la luz). Se trata de una "actividad direccional energizadora que participa y facilita el trabajo de todos los procesos cognitivos. En consecuencia la atención sería un mediador funcional indispensable de todos los procesos cognitivos, y además (esto es fundamental) no contiene información. Es el proceso encargado de la admisión (input) sistemática de los datos perceptuales en la conciencia". La amplitud de la aprehensión de objetos es variable, pero oscila en alrededor de 8.
Las limitaciones atencionales se deben a que nos es posible tratar con más de un input (entrada) simultáneamente. De ahí que la función de la atención sea seleccionar datos. Y esta selección no es aleatoria, ya que puede ser "programada" para que se respeten ciertas preferencias que harán que se dé prioridad a ciertos estímulos y no a otros (teoría del filtro). Por ejemplo, el umbral de aprehensión de palabras conocidas es más bajo que para las desconocidas. Esto llevó a Treisman a definir la atención como un juego de elevación y descenso de umbrales (para la entrada de información).
La capacidad de la atención (Kahneman)) se refiere a la distribución de la atención de acuerdo con los objetivos; los factores que influyen son: 1) Disposición estable: indica un sistema permanente de atención, de tipo involuntario, relacionado con las señales de peligro y situaciones donde se necesita una respuesta rápida del organismo. 2) Objetivos transitorios: la distribución de la atención se corresponde con necesidades transitorias, como el alimento cuando se tiene apetito o las señales de tránsito cuando se está manejando. Una vez satisfechas estas acciones, dichos estímulos pasan inadvertidos. 3) Evaluación del esfuerzo: el quantum de atención se regula de acuerdo con el esfuerzo y la duración que determina la tarea a realizar. El estudiar cuatro horas requiere una capacidad de atención distinta que mirar televisión una hora. Tampoco es igual la atención que se presta a una tarea muy conocida que a otra que se está aprendiendo. 4) Nivel de arousal: factores independientes influyen en el nivel de atención; como por ejemplo: el sueño, ciertas drogas, la fatiga, la hora del día, etcétera.
Para la Psiquiatría clásica existen dos tipos de atención: 1) Atención espontánea: La atención espontánea es la que oscila de acuerdo con los estímulos exteriores. Es una especie de reflejo atencional que surge como resultado de un hecho sorpresivo. Un estímulo novedoso, un ruido inesperado, obliga a concentrar la atención en él. Este tipo de atención se encuentra relacionada con el sistema de alerta y el sentido de preservación. En situaciones límites, ésta atención y los reflejos pueden salvar una vida. La atención espontánea requiere un mínimo esfuerzo ya que actúa en forma automática, sin la intención por parte del sujeto. 2) Atención voluntaria: La atención es voluntaria cuando se es conciente del esfuerzo que se realiza para mantener el foco de la conciencia en un objeto determinado, como por ejemplo, al estudiar. En este tipo de atención la iniciativa es del sujeto y, por lo tanto, requiere un gasto energético conciente. Concentrarse es mantener la atención voluntariamente sobre un estímulo. Esta capacidad está disminuida en los estados depresivos, en la fatiga, en personas estresadas, en demencia, alteraciones de conciencia, etcétera. En estos casos la persona fácilmente cae en la distracción, durante la cual un estímulo distinto aparta la atención del objeto anterior.
Si el balance entre estos dos tipos de atención es el estándar para una situación dada, decimos que es euproséxico. El prefijo eu significa normal y prosexia, atención. En todo momento existe una mezcla de los dos tipos de atención. Por más concentrados que estemos en el estudio de un tema (atención voluntaria), un porcentaje de nuestra atención está captando el entorno (atención espontánea).
Si la atención está disminuida notablemente decimos que hay hipoprosexia.
La hipoprosexia se da, por ejemplo, en la depresión, donde la energía vital está disminuida, y dentro de ella, la capacidad de focalizar la conciencia sobre los objetos. El depresivo dice "Me cuesta mucho esfuerzo leer", "Me cuesta esfuerzo realizar tal tarea que antes la hacía automáticamente". El depresivo puede tener una hipoprosexia para los hechos del entorno, pero una hiperprosexia para las vivencias relacionadas con su patología. En ciertos estados neuropatológicos, como en el coma, el nivel de atención tiende a cero, entonces se habla de aprosexia.
La hiperprosexia es una exacerbación de la atención voluntaria, que se da cuando el estado de alerta es muy alto. Por ejemplo, cuando vivimos un estado de peligro real o imaginario, o patológico como en el caso de los paranoicos, que están hiperatentos al objeto de su delirio.
La otra alteración de la atención, según la Psiquiatría clásica, es la llamada paraprosexia. Se trata de un desequilibrio en la mezcla de los tipos de atención. La atención espontánea está marcadamente exacerbada en detrimento de la atención voluntaria. Se da en la excitación psicomotriz y en consecuencia en la manía. El maníaco está tan acelerado que no puede mantener la atención voluntaria. Para mantenerla necesitamos esfuerzo y focalización. El maníaco no puede concentrarse. Los estímulos externos lo van llevando a que su atención salte de un estímulo a otro, sin poder detenerse en ninguno demasiado tiempo.
También la taquipsiquia se manifiesta en el discurso: una palabra en la frase lo lleva a otra frase (asociación por asonancia), que a su vez lo lleva a otra y así sucesivamente, produciéndose una locuacidad, que en caso de que el discurso sea muy confuso, se denomina fuga de ideas. Por eso no se puede tener un diálogo normal con un maníaco.
En los esquizofrénicos, el déficit cognitivo manifiesto puede deberse a una falla o disminución en el procesamiento de la información, a un fallo para poner en funcionamiento los recursos atencionales, y a una inadecuada distribución del esfuerzo atencional de acuerdo con los objetivos.

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