MEMORIA


Se llama memoria al sistema por el cual el organismo retiene, recupera y elimina información.
Para memorizar hay que atender. Si no se atiende no se percibe ni se graba información.
De acuerdo con el tiempo de captación mnésica, las fases temporales de la memoria son:
1) El almacenamiento sensorial: es un mecanismo que permite retener información sensorial no procesada (precategorial) durante un tiempo mínimo, y que centra la atención sobre la información relevante para su procesamiento. Si la captación es visuoespacial se llama icónica (de ícono, imagen) y dura medio segundo, si es auditiva se denomina ecoica y dura dos segundos.(4)
2) La memoria de corto plazo: es la captación de información por segundos o minutos (no hay acuerdo entre los autores sobre la duración). Su amplitud es limitada: número de 7 dígitos, lista de 7 números o cinco palabras silábicas. Si no se repite, esta información se pierde.
El concepto de memoria de corto plazo ha ido perdiendo terreno a favor del concepto de memoria operativa. Este concepto alude a un sistema más complejo, en el que se resalta sobre todo su carácter operativo por encima de las funciones de almacenamiento de la información. Esta compuesta por un ejecutivo central y por dos subsistemas que dependen del ejecutivo: el bucle fonológico y la agenda visoespacial. El ejecutivo central es un sistema de control atencional que se encarga de seleccionar las estrategias para tratar con la información de entrada. También tiene funciones de almacenamiento temporal con capacidad limitada. Este supervisa y coordina el funcionamiento de los otros dos subsistemas. El bucle fonológico se ocupa de la información basada en el habla y la agenda visoespacial es la responsables de la creación y manipulación de imágenes visuales.
3) La memoria de medio plazo se aplica en circunstancias transitorias donde se necesita retener por horas un recuerdo.
4) La memoria de largo plazo es la que puede durar semanas, meses o años.
La memoria permanente, de acuerdo con algunos autores, es aquella que parece continuar sin declinar durante el resto de la vida de un organismo, siempre que conserve salud.
5) Los recuerdos que permanecen meses o años y luego se desvanecen, corresponden a la memoria de largo plazo. Contiene nuestros recuerdo autobiográficos, el conocimiento del mundo, el lenguaje, sus reglas y los significados de los conceptos.
Existen dos tipos de memoria: declarativa y de procedimientos. La memoria declarativa es una memoria explícita. Compuesta por todo aquello que podemos traer a la mente y declarar su contenido. Implica representaciones mentales. Incluye la memoria episódica y a la semántica.
La memoria episódica se ocupa de almacenar, retener y recuperar información referente a episodios con una referencia autobiográfica, contextualizados en tiempo y lugar para su poseedor. Aunque el contexto espacio – temporal no es completamente exacto, su característica fundamental es la referencia autobiográfica.
La memoria semántica trata con información de carácter general, con conocimientos generales, e independiente del contexto temporal y espacial en que fueron adquiridos.
La memoria de procedimientos es una memoria implícita, no declarativa. Da cuenta de los conocimientos subyacentes a habilidades y aprendizajes por condicionamiento. No implica representaciones mentales.
Ambos tipos de memoria tienen vías neuroanatómicas de almacenamiento diferentes.

Los recuerdos no se almacenan "completos", sino en forma fragmentaria. De tal manera que es necesario reconstruirlos para evocarlos, con lo que sufren variaciones, amén de los factores distorsionantes generales.
Parte del proceso mnésico incluye, como contrafigura, al olvido. Éste impide la sobrecarga de datos inútiles o de poco uso en el almacén de la memoria. Siguiendo las leyes de Ribot, se olvida primero lo último aprendido.
El duelo es un tipo de olvido. Existen en el cuatro etapas de desarrollo:
existe un primer momento de perplejidad. De no saber ubicarnos bien en qué estamos: ni en nuestra situación ni en la situación del duelo. Estamos shockeados.
A esa etapa le sigue la negación. Lo entiende, sabe sobre la pérdida, pero niega la realidad de la muerte.
Luego viene la lucha contra lo irremediable. Es decir, que si hubiesen variado las circunstancias, el resultado hubiera sido distinto.
Y finalmente viene el período de resignación, de aceptación.
Algunas estadísticas indican que su duración promedio es de 6 meses. El duelo patológico es el que persiste en duración e intensidad por más de 6 meses.
La actitud del terapeuta frente a un duelo normal es el acompañamiento, porque es un proceso natural.La intervención debe ser la mínima posible, escuchar la "descarga" alivia al sufriente.

Alteraciones de la memoria

Las alteraciones cuantitativas de la memoria son:
1) Hipermnesia
2) Hipomnesia
3) Dismnesia
4) Amnesia.
Hipermnesia: se refiere a un inusual incremento en la capacidad de retener y evocar hechos. Esta cualidad parece estar desligada de la inteligencia, ya que se da tanto en genios como en oligofrénicos (los "tontos de salón" que son capaces de recordar largas listas de datos).
Hipomnesias: se trata de una menor fijación por déficit atencional hacia lo externo. Se presenta en la depresión o la esquizofrenia (falta de interés en lo circundante), en cuadros neuróticos, personas estresadas, inicio de una demencia, etcétera.
Dismnesia: se llama así a la dificultad para evocar un recuerdo en determinado momento, pero que luego puede ser evocado espontáneamente. Esto ocurre en las personas normales en forma esporádica, al tratar de recordar nombres propios, fórmulas, etcétera. En la senectud y en el comienzo de la demencia éste es uno de los síntomas iniciales que se da en forma permanente.
Amnesia: es la incapacidad total o parcial de registrar, retener o evocar información. La amnesia puede ser, de acuerdo con las áreas que abarque, global (generalizada) o parcial (lacunar).
La amnesia parcial o "lacunar", significa que recuerda todo, menos un sector de tiempo, un acontecimiento o un hecho; y de acuerdo con el tipo de memoria que involucre se distinguen: a) amnesia anterógrada y b) La amnesia retrógrada. Se da, por ejemplo, en los traumatismos de cráneo, en cuadros neuróticos como la histeria.
A) La amnesia anterógrada pérdida de fijación de los recuerdos posteriores a la causa de la amnesia, con conservación de los recuerdos anteriores. Conlleva a una incapacidad para aprender o retener información nueva. Esta incapacidad se da tanto en la memoria episódica como en la semántica. Sin embargo es capaz de aprender nuevas destrezas y habilidades, de manera no conciente. Dan la sensación de vivir fuera del tiempo presente.
B) La amnesia retrógrada está relacionada con la memoria de largo plazo, donde se “pierden” los recuerdos anteriores a la causa de la amnesia, pero no la capacidad de fijar nueva información. Afecta tanto a la memoria episódica como a la semántica. Por lo general se “pierde” lo más reciente antes que los recuerdos más antiguos. Según la gravedad de la lesión estos últimos también se pueden “perder”. Existen diferentas técnicas que miden el alcance de la amnesia retrograda. La recuperación de la memoria también sigue un eje autobiográfico, pero en sentido inverso, de tal manera que se recupera antes los recuerdos más antiguos que los más recientes. La rapidez de la recuperación también va a depender de la gravedad de la lesión.

En la amnesia global, debido a una lesión cerebral (diencéfalo, lóbulo temporal medio), se produce un déficit global y permanente de la memoria sin que haya otros deterioros intelectuales. Se caracterizan por presentar amnesia anterógrada acompañada o no de amnesia retrógrada, es decir, presenta un deterioro en la memoria de corto plazo y en la memoria de largo plazo. En cambio la memoria operativa no se encuentra deteriorada.
Como consecuencia de la amnesia retrógrada, el individuo no posee carácter ni personalidad. La memoria conserva el pasado y lo actualiza en el presente.
La amnesia psicógena o funcional describe una amnesia retrógrada súbita de la memoria autobiográfica, en ausencia de patología orgánica. Generalmente es localizada (período breve) o selectiva (episodios concretos), aunque también puede ser generalizada. Suele ir precedida de algún episodio altamente estresante para el sujeto (experiencias emocionales negativas). No necesariamente interfiere con el funcionamiento social y laboral del individuo. Finalmente la alteración amnésica desaparece tan abrupta y espontáneamente como apareció.
Las experiencias emocionales negativas producen graves alteraciones en la memoria, ya que la información intensamente emocional se procesa y se retiene de manera diferente a los hecho cotidianos o neutros. Ejemplos:
Estados de fuga: pérdida abrupta de identidad personal. Durante la fuga el sujeto experimenta una carencia de sentimientos. Acaba abruptamente, acompañada de amnesia retrógrada para el período de huida.
Personalidad múltiple: cada identidad parece tener su memoria propia. Normalmente la personalidad original no conoce del resto de las personalidades, pero suele ser conciente del tiempo perdido, que se corresponde con el tiempo en que las otras personalidades tienen el gobierno o control de la conducta.
Trastorno de estrés postraumático: en estos casos los sujetos han vivido sucesos que suelen estar fuera del rango habitual de experiencias humanas, que conlleva una seria amenaza para la propia vida o la de otros. El trauma se vuelve a experimentar a través de pensamientos intrusivos, imágenes, sueños o recuerdos, que emergen en la consciencia involuntariamente. Una vez pasado este momento hay amnesia para este período, episodio disociativo.
En el procesamiento de la información emocional, la emoción activa automáticamente la atención, con lo cual los recursos atencionales se focalizan en aquellos detalles que son más críticos. En combinación con este procesamiento, se da otro procesamiento controlado, que requiere esfuerzo, que está gobernado por la intención y está limitado por los recursos de procesamiento. Este último procesamiento es el que determina cómo se va a retener la información.
El valor emocional de la información que ha de ser almacenada por una parte, y el estado emocional a la hora de recuperarla por otra, tienen una influencia decisiva en los procesos de memoria.
Todas las explicaciones teóricas sobre la amnesia parecen tener en común la distinción entre una memoria automática, fragmentaria y no conciente, que el amnésico mantiene, y una memoria activa, que requiere recursos cognitivos, que expresa unidades amplias de información conectadas entre sí de forma significativa. Esta última memoria en el amnésico está severamente dañada.
Amnesia y demencia
La demencia engloba a una clase de trastornos degenerativos del cerebro que producen un declive gradual de la función intelectual. Los problemas de memoria son el primer síntoma, pero a medida que avanza la enfermedad el deterioro intelectual y emocional se hace más general y grave. Los problemas iniciales de memoria tienen que ver con un déficit en la memoria episódica y a medida que la enfermedad avanza afecta a la memoria semántica.
Una posible clasificación de las demencias es la siguiente: a) corticales: ejemplos: enfermedad de Alzheimer, mal de Pick, etc. y b) subcorticales: ejemplos: parálisis supranuclear progresiva, Corea de Huntington, Parkinson, enfermedad de Wilson, esclerosis múltiple, etc.

Las alteraciones cualitativas de la memoria son las paramnesias. Estas son distorsiones del reconocimiento o localización del recuerdo en grado patológico. Pueden aparecer tanto en la población normal como en la clínica, llegando a un punto donde resulta muy difícil establecer límites claros. Normalmente se distingue entre paramnesias del recuerdo y las del reconocimiento.

Paramnesias del recuerdo

Fenómeno de “no puedo ubicarte” o “tu cara me suena”: experiencia clara de reconocimiento sin recuerdo completo. Pone de manifiesto la gran importancia que las variables contextuales tienen a la hora de codificar y recuperar información.
Fenómeno de “conozco la cara, pero no el nombre”: la otra persona es reconocida e identificada apropiadamente, pero uno es incapaz de recordar su nombre. El recuerdo está presente, pero se encuentra atenuado.
Sensación de conocer: las personas están convencidas de que conocen o saben algo, pero a la hora de demostrar tal conocimiento fracasan. La información que se hace inaccesibles puede ser de casi todo tipo de material, por lo general es del área semántica, como nombres, palabras, etc. Aquí se denomina punta le lengua; los intentos fallidos nunca son al azar, ya que siempre tienen alguna relación con la palabra buscada. Se da frecuentemente bajo situaciones de estrés, agotamiento y con la edad.
Laguna temporal: nuestra conciencia del tiempo y de su paso está determinada por lo hecho que pasan en él. El fallo real aquí se encuentra en el no haber prestado una atención conciente a los hechos que funcionan normalmente como marcadores temporales. Este fenómeno solo ocurre cuando los hábitos están muy automatizados y no necesitan de nuestra aportación conciente.
Verificación de tareas: hace referencia a aquellas conductas que llevan a confirmar que determinadas acciones o tareas han sido realmente llevadas a cabo. La acción de verificación es habitualmente de naturaleza rutinaria y suele realizarse pocos minutos después de la acción inicial. Sus dudas tienen que ver con la ordenación temporal del evento más que con el evento en sí. No es muy frecuente en los estados obsesivos-compulsivos.

Falsificación de la memoria: es la fabricación de recuerdos; es la creencia de evocar un hecho que nunca ha tenido lugar. El paciente está convencido de que son recuerdos verdaderos, como en el caso del síndrome amnésico, de las parafrenias fabulatorias, en la mentira patológica, en la pseudología fantástica, etc.
En el síndrome amnésico a las falsificaciones de los pacientes se las denominan confabulaciones. El paciente no tiene intención de mentir, intenta dar respuesta a cosas que no recuerda y tener una continuidad mnésica.
En la pseudología fantástica (también denominada mentira patológica) el paciente inventa hechos o narraciones, a causa de una necesidad afectiva. Estas “mentiras” suelen ser fácilmente detectables, porque tienen un marcado cariz de imposibilidad.
Recuerdos delirantes: deformación de la memoria en función del contenido del delirio o la formación de recuerdos falsos que surgen durante el mismo.
Ilusión de la memoria: se evoca una imagen parcialmente correcta, a la que se le agregan elementos diferentes; la persona está convencida de que es un recuerdo original. Es éste el mecanismo esencial de la fabulación. Está presente en los testigos en juicio, en las amnesias anterógradas, etc.
Paramnesias del reconocimiento

Fenómeno de lo "ya visto": es cuando experimentamos aquello de “esto ya lo he visto”, aún sabiendo que es la primera vez que lo vemos, dicha certeza no nos atenúa la sensación de familiaridad. No es una mera sensación de familiaridad, sino la certeza de estar reviviendo la situación. Esto crea un estado de perplejidad, ya que la persona no acierta a ubicar cuándo ocurrió el hecho pasado que se está repitiendo. Es de corta duración. El modo de percibir la situación más que la situación misma es la que puede explicar esta experiencia.Se suele dar muy esporádicamente en personas normales. Se da con frecuencia en varias patologías, entre ellas la esquizofrenia, despersonalización, epilepsia, etc.
Pseudopresentimiento: es aquella experiencia en la que el individuo tiene la sensación de haber presenciado un hecho y aunque no lo ha presenciado nunca antes, hubiera sido capaz de predecirlo. Solo le invade en el mismo momento que está pasando.

Fenómeno de lo “jamás visto”: el individuo aunque conoce y recuerda una determinada situación, no experimenta ninguna sensación de familiaridad, es más, aún siendo concientes de que el suceso lo habían experimentado antes, no tienen sensación de serle familiar. Los hechos o circunstancias ya vividos resultan absolutamente nuevos. Es menos común.
En términos fenomenológicos los fenómenos de “ya visto” y “jamás visto” son semejantes. Los dos son anormalidades del reconocimiento. Uno porque la sensación de familiaridad es inapropiadamente intensa y se da un falso reconocimiento positivo (“ya visto”); el otro porque tal sensación está ausente o atenuada, lo cual lleva a una ausencia de reconocimiento o falso reconocimiento negativo.
Criptomnesia: un recuerdo no es experimentado como tal, sino que por el contrario se cree que es una producción original, vivida por primera vez. Se da un fallo en el reconocimiento y la sensación de familiaridad está ausente. Este fenómeno se da siempre con material de naturaleza semántica.
Síndrome de Capgras o ilusión de Sosias: el paciente tiene la creencia delirante de que alguna persona de su entorno es un impostor de quien él dice ser. Aunque percibe y recuerda correctamente los atributos de esa persona, no reconoce a esa persona como tal.
Reminiscencia: es cuando se evoca un recuerdo y no se lo reconoce como tal, de manera que la idea parece nueva y personal. Está presente al comienzo de la demencia, en casos de fatiga mental, etcétera.
Ecmnesia: expresa el recuerdo anormal de hechos ocurridos en épocas pasadas y muy distantes, pero que alcanza tal precisión y nitidez, que el individuo cree realmente estar viviéndolos o reviviéndolos. Se vincula por lo general con estados crepusculares de conciencia.
Falsos reconocimientos o delirio palignóstico: el individuo considera ya conocidos hechos o personas con las que entra en contacto en ese momento. Es característico de los estados confusionales, algunas demencias y en el síndrome de Korsakoff.
Déficit de la memoria en otros cuadros clínico
Depresión
Estos pacientes presentan un mal funcionamiento de la memoria, que está más relacionado con el estado de los pacientes que con el rasgo de la depresión (enlentecimiento psicomotor). No es la memoria en sí misma la que está dañada, sino que los pacientes no informan de todo el material que tienen disponibles por diferentes razones, por ejemplo por poseer un elevado umbral de confianza. De hecho cuando el paciente se recupera del episodio, su nivel de memoria mejora igualmente. Aquí se da el efecto de congruencia entre estado de ánimo del paciente al momento de recordar y el tipo de material a recordar. Debido a que los procesos controlados de procesamiento de información elaboran los sesgos introducidos por los procesos automáticos, con lo cual el humor depresivo acaba perpetuándose.

Ansiedad
Los pacientes con estado de ansiedad (diferente a ansiedad) son los que están más directamente implicados en la producción de déficit de memoria. Los sesgos que se dan en el procesamiento automático de la información no continúan siendo elaborados, con lo que existe un peor recuerdo para este tipo de información. Existe una tendencia a tener peor recuerdo para el material amenazante. La ansiedad influye más a nivel perceptivo y atencional, que a nivel de recuerdo.

Esquizofrenia
Los esquizofrénicos tienen problemas para filtrar y seleccionar la información irrelevante de la que no lo es, por lo que se producirá una sobrecarga de información que tendría repercusiones en otras operaciones cognitivas, incluida la memoria. Esto se da por una análisis poco eficiente de la información entrante. En las tareas de recuerdo se constata una ejecución pobre. Este déficit se suele atribuir a su incapacidad para organizar en términos mnémonicos el material que se le presenta. Estos pacientes tienen estrategias mnemónicas adecuadas, pero no las emplean de forma espontánea. No parece tener problemas en el reconocimiento. La memoria inmediata está mediatizada por la calidad emocional del material que ha de recordarse.

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