MODELO COGNITIVO – CONDUCTUAL

Orígenes




1ª Etapa: Conductismo de primera generación o Modelo conductual radical.



En 1913 con la publicación de Watson “Psychology behaviorist views” se considera el manifiesto fundacional del conductismo.

El núcleo de análisis es la conducta directamente observable y explicable por asociación E-R. Toda variable que no sea objetivable y medible queda fuera de estudio.

La precisión en la medida requiere que estas conductas sean bien delimitadas y operativizadas.

En cuanto a las variables que controlan estas conductas solo se consideran las externas o ambientales. Aunque no niegan la importancia de variables internas a la hora de explicar el comportamiento, consideran que no deben ser objeto de estudio.

Método de estudio: su afán objetivista niega la introspección y en cambio utilizan la observación y la experimentación. La observación se va a caracterizar por el rigor en la cuantificación de los datos, y se utiliza como paso precio a la experimentación. La experimentación consistirá en la manipulación de las variables independientes para ver el efecto sobre la respuesta.

Criticas: por ser reduccionista y no tener en cuenta las variables internas. En un intento de superar esas críticas surge en los años 30:



2ª Etapa: Neoconductismo o conductismo de segunda generación.



Las investigaciones de Tolamn, Guthrie, Hull señalan la importancia de variables que mediatizan entre el estimulo y la respuesta. Estas variables son del organismo.

En las repuestas se incluyen las fisiológicas y cognitivas, además de las motoras.





Influencia de otras disciplinas.



“Los hombres no se perturban por causa de las cosas sino por su interpretación” (Epicteto).

Las teorías cognitivas dicen que las perturbaciones emocionales se desarrollan a partir de procesos cognitivos.



Terapia cognitiva de Beck: se concibe al ser humano como sistema de procesamiento de información del medio. El ser humano selecciona, codifica y almacena la información de su entorno, en el caso de los trastornos emocionales habría un sesgo o una distorsión en este sistema de procesamiento. Esto lo obtuvo Beck a partir de las observaciones que realizaban los sujetos depresivos a la hora de describirse a si mismos y a su entorno, y a eso lo llamo la triada cognitiva, que se traduce en una visión negativa del entorno, de uno mismo y del futuro. Y se producía por distorsiones o sesgos, con lo cual desarrollo técnicas para corregirlas.



Tipos de distorsiones:

1. Influencia arbitraria: se llega a una conclusión sin evidencia que le apoye o con evidencia contraria a la conclusión.

2. Abstracción selectiva: valoración de una experiencia centrándose en un detalle específico e ignorando otros elementos más relevantes.

3. Generalización excesiva: extraer una conclusión a partir de uno o más hechos aislados y aplicarla a situaciones relacionadas y no relacionadas.

4. Magnificación y minimización: errores cometidos al evaluar la magnitud de un acontecimiento incrementando o disminuyendo su significado.

5. Personalización: atribuirse sucesos externos sin base firme.

6. Pensamiento absolutista y dicotómico: clasificar todas las experiencias en una o dos categorías opuestas, seleccionando el extremo negativo para describirse a si mismo.



Terapia Racional Emotiva de Ellis: surge en los 60 y dice que las personas desarrollan pensamientos irracionales que les producen perturbaciones emocionales y conductuales. Se ilustra con este esquema: A – B – C

A son los sucesos, B creencias acerca de A, C las consecuencias.

Se suele pensar que C es consecuencia de A pero Ellis dice que C es consecuencia de nuestras creencias sobre el suceso. Las creencias pueden ser racionales o irracionales.

Las irracionales son dogmáticas, absolutas, se expresan en forma de “debería”, “tengo que”, de tal manera que cuando lo utilizamos y no conseguimos lo que queremos produce en nosotros un estado emocional muy negativo que nos paraliza.

Las creencias racionales son preferenciales y se expresan en forma de “me gustaría, quisiera o preferiría” de modo que cuando no conseguimos el objetivo el estado emocional no es tan negativo y no nos impide seguir y alcanzar otros objetivos.

(Fotocopias)



El modelo cognitivo conductual.



El paciente espera de la terapia mejorar su calidad de vida, encontrar soluciones a su problema, sentirse escuchado, desahogarse o charlar.

El terapeuta espera del paciente que este dispuesto a trabajar, continuidad, que asista regularmente y se puntual, que haga las tareas para casa. Esto son las llamadas conductas de Adhesión, lo contrario serian las conductas de resistencia y en principio son responsabilidad del terapeuta. Es bastante fácil que aparezcan las conductas de resistencia.

El éxito del tratamiento depende del paciente por ello es necesario desde el primer momento enseñarle lo que debe hacer. Sino funciona tenemos que ver en que hemos fallado para luego poder decir que la culpa la tiene el paciente porque no esta motivado.

El terapeuta no resuelve el problema, sino ayuda a tomar decisiones, el terapeuta puede dar opiniones pero no decidir porque sino haría dependiente al paciente. Hay que dotar al paciente de recursos para que pueda resolverlos.

El problema más común en clínica es que los pacientes sigan todo el proceso terapéutico, los problemas de resistencia provocan frustración. El conocer bien nuestro modelo teórico hará que aparezcan menos conductas de resistencia.



1. Análisis topográfico.



1. Obtener información para el análisis topográfico.



Antes de comenzar terapia hay que completar la ecuación conductual: estimulo – organismo – respuesta problema – consecuencias.

En el análisis topográfico se analiza solo la respuesta, es siempre nuestro primer objetivo.

Lo más frecuente es que la gente descubra sus conductas de forma ambigua, porque no están entrenados para ello.

Lo primero es delimitar que hace o no hace el sujeto, las conductas problemas son por defecto o por exceso.

Kaufer y Saslow identifican las conductas problema por exceso (intensidad, duración y frecuencia mayor de lo adecuado o en condiciones en las que la posibilidad de aceptación social es cero) o por déficit (aquellas conductas que no se dan con la intensidad, frecuencia o duración adecuada o en condiciones en las que socialmente se espera que aparezca).

1.2 Triple sistema de respuesta

Hay que delimitar, identificar u operativizar todos los términos ambiguos que da el sujeto a través del llamado triple sistema de respuesta, que se realiza sobre la respuesta inicial.

El triple sistema de respuesta consiste en identificar lo motor, lo cognitivo y lo fisiológico. Esto nos ayudara a tener la línea de base para hacer comparaciones pre – post tratamiento. También es importante realizar esta tarea para ver la gravedad del problema.



Sistema motor: son aquellas respuestas que muestran lo que las personas hacen o no hacen. Son respuestas visibles y observables. Por ello también se llaman externas. Algunos autores dicen que son aquellas respuestas susceptibles de observación sin la necesidad de utilizar ningún instrumento. Y se incluyen en esta categoría la emoción de palabras en cuanto a la forma, no al contenido (Ej. Tartamudez).



Sistema psicofisiologico: todo tipo de sensaciones físicas (taquicardia, dolor muscular…) Las actividades fisiológicas mas evaluadas son la electrodermal, electromiografica, temperatura periférica… Se detectan a través de los aparatos de biofeedback.



Sistema cognitivo: es el contenido mental y la representación de imágenes.



No tienen porque correlacionar las tres dimensiones. Se utiliza este triple sistema de respuestas porque nos permite abordar todas las conductas que normalmente se han estudiado en psicología. Las conductas mentales y las imágenes fueron abordadas por el cognitivismo. Las conductas psicológicas y fisiológicas fueron abordadas por la psicología médica. Y las motoras por el modelo conductual en sus orígenes.



1.2 Naturaleza del problema.



Para completar el análisis topográfico tendríamos que ver la duración, la intensidad y la frecuencia de cada uno de los canales que forman parte.



Las variables del organismo median entre los estímulos y las respuestas, es importante detectarlas porque en el caso de que aparezcan habrá que variar el tratamiento. Se incluyen tres:



Determinantes biológicos pasados: pueden ser factores genéticos o factores prenatales. Estas alteraciones son inmodificables y no podemos hacer nada pero las tenemos que tener en cuenta en nuestra intervención. Pueden producir lesiones en el sistema nervioso, en los órganos motores o sensoriales limitando la interacción del organismo con el medio.



Determinantes biológicos actuales: enfermedades transitorias y pasajeras de privaciones (falta de sueño, hambre…) y el consumo de drogas. Hay que tener en cuenta también la medicación.



Repertorios de conducta adquiridos a través de la historia del aprendizaje: se refiere al conjunto de conductas que aprendemos a lo largo de nuestra historia y que en cierto modo viene determinado por los modelos con los que hemos crecido. Algunos autores lo llamaron personalidad.



2. Establecimiento de una relación adecuada.



2.1 Delimitar roles

Todo el proceso esta muy estructurado. En un principio el papel del psicólogo es un papel muy creativo, directivo porque lo primero que hay que hacer es hallar la ecuación. No es fácil hallar los estímulos y las conductas porque son subjetivos.

Las entrevistas están muy estructuradas y hay que enseñar al paciente (modelar) aquella información que realmente buscamos, que hay que precisar, que tiene que ser exacto contando las cosas.

Establecimiento de las sesiones. Una semanal por lo menos.







2.2 En que va a consistir la terapia

Explicar al cliente en que va a consistir la terapia, pedirle que se comprometa, explicarle lo que esperamos de el.

Hay personas que creen que va a ser igual que un tratamiento medico. Y en este sentido hay que dejarles claro que la meta principal va a ser el cambio, que vamos a funcionar como un mediador, que les vamos a dotar de los recursos necesarios para resolver su problema.

Conviene explicarles que nuestra forma de trabajo esta orientada al contexto natural en que ocurren los problemas, por eso es importante el papel activo porque no sirve de nada si no lo aplica al problema. Desde la primera sesión hay que pedirle que tengan un cuaderno de trabajo con el que ir haciendo las tareas, donde como en una especie de diario escriba lo que siente o piensa en esa situación – problema.



2.3 En que no va a consistir la terapia

Explicarles en que no va a consistir la terapia, porque mucha gente viene con ideas de saber lo que mas les conviene.

También es bueno decirles que no vamos a decidir por ellos, que no vamos a cambiar su personalidad.



2.4 Motivación.



Es importante conocer la motivación que tiene la persona. Si no es muy alta es conveniente motivar para que la terapia fluya de forma adecuada. Una forma de hacerlo es pensar las consecuencias positivas que tendrá resolver el problema. Esto es importante de cara a que se impliquen en terapia.





2.5 Evaluar expectativas con respecto a la solución.

Es importante evaluar las expectativas, para que sean realistas porque sino se frustrara y probablemente abandonara. Se le pueden enseñar los resultados que se obtienen con otras personas con el mismo problema. Hacer ver a la persona como en otros momentos de su vida antes de afrontar un cambio se era negativo o pesimista y al final poco a poco se va consiguiendo. Y otra forma para aumentar las expectativas es plantearle la terapia como una hipótesis (no hay nada que perder y lo mas probable es que se produzca algún cambio).



2. Identificación de las variables intervinientes y formulación de hipótesis.



Si una respuesta disfuncional solo conllevase Er- tendería a desaparecer, pero muchas respuestas disfuncionales a veces también aportan Er+ y esto es lo que refuerza la conducta. En la terapia se trata de eliminar las conductas disfuncionales y sustituirlas por unas mas practicas, si las tiene en su repertorio.

El análisis funcional pretende establecer que estímulos antecedentes y consecuentes controlan o mantienen la conducta, y ver su relación con la conducta.



Estímulos antecedentes: tienen que constituir un factor que intervenga en la aparición de una conducta, que la preceda, y debe mantener una relación funcional con la respuesta.

Hay dos tipos de estímulos antecedentes:

a) Los externos o ambientales: están en el medio.

b) Los internos: del organismo, propios del sujeto. Puede emitir una respuesta en cualquier de las tres modalidades: motor, cognitivo o fisiológico.

También podemos distinguir entre:



a) estímulos Condicionados o elicitadores: siempre que aparezcan elicitaran de forma automática la respuesta, sin que el sujeto tenga control sobre ella. Es fruto del aprendizaje, cada vez que surja el EC aparecerá la RC.



b) estímulos Discriminativos: que pueden ser a su vez Ed y E^ La persona tiene control en la respuesta. Se emitirá la respuesta en función de las consecuencias (se engloba en el paradigma operante). Actúan como una señal que me indica que va a ocurrir si emito una respuesta.



 Ed: estímulos discriminativos, van delante de la respuesta y aumentan su probabilidad de emisión. (Ej. Cuando hay un semáforo en verde y lo cruzo, es muy probable que lo haga, pero podría no hacerlo).



 E : estímulos delta, van delante de la respuesta y disminuyen su probabilidad de emisión. (Ej. Cuando hay un semáforo rojo, no solemos cruzar pero podríamos hacerlo).





Estímulos consecuentes: aparecen siempre después de la respuesta y debe guardar una relación funcional con la respuesta, debe afectar a la respuesta, y sino influye es una consecuencia pero no un consecuente. Influye aumentando o disminuyendo.

Distinguimos también entre externos e internos.



 E r- : Efecto reforzador negativo, al aplicarle disminuye la probabilidad de emisión de la respuesta.



 E r+: Efecto reforzador positivo, al aplicarle aumenta la probabilidad de emisión de la respuesta, (no porque el estimulo sea agradable).



Si aumentan la conducta hablamos de reforzamiento:

R - E r+: reforzamiento positivo, cuando a la R le sigue un reforzador positivo, incrementa la probabilidad de emisión de la R.

R - E r- : reforzamiento negativo, cuando la R obtiene como consecuencia la retirada de un reforzador negativo



Si disminuyen la conducta hablamos de castigo.

R - E r- : castigo positivo, se da la R y como consecuencia aparece un reforzador negativo.

R - E r+: castigo negativo, desaparece un reforzador positivo (te quedas sin refuerzo) hace más desagradable a la R.







3. Establecimiento de los objetivos de la intervención.



Hay que explicar al paciente el origen y el mantenimiento de su problema, y aclarar las posibles dudas, mostrándole la ecuación conductual que hemos obtenido anteriormente (E-O-R-C).

Los objetivos deben estar claros, sabemos donde queremos llegar antes de intervenir, hay que concretar el objetivo. Una ventaja de fijar estos cambios es que nos permite tener un criterio de si la terapia ha sido eficaz y en que grado. Los objetivos deben ser realistas y alcanzables, y es importante hacer participe al cliente en el establecimiento de los mismo, pues así incrementamos su adhesión y su satisfacción frente al tratamiento.

Descompondremos la meta en submetas progresivas (sistema de aproximaciones progresivas). Esto tiene la ventaja de ir proporcionándole reforzadores de forma inmediata sin necesidad de esperar la meta final. El nivel de esfuerzo que le cuesta al paciente pasar de un subobjetivo a otro debe ser mínimo.

4. Selección de los procedimientos terapéuticos.

5. Puesta en práctica del programa de intervención.

Hasta aquí hemos hecho el pretratamiento, aunque hay que recordar que en el tratamiento seguimos evaluando. La primera evaluación es durante, la segunda al final del tratamiento y la tercera en el periodo de seguimiento (al mes, a los tres meses, a los seis y al año). Se trata de atenderles en una posible recaída.

6. Evaluación de los resultados terapéuticos.

Contrastar los datos y comprobar la confirmación de las hipótesis formuladas.

Proporcionar información y los recursos necesarios para posibles recaídas.







Lectura: ¿Qué significa análisis funcional de la conducta?



Una definición general:

Una relación funcional implica la covariacion entre variables, que algún parámetro de una variable este asociado con algún parámetro de otra. No implica causalidad.

Las relaciones funcionales son probabilísticas, no son exclusivas y son transitorias pues varían con el tiempo, y ocurren dadas ciertas condiciones.



Una definición especifica:

El análisis funcional consiste en identificar las variables funcionales (importantes, controlables y causales, solo si tienen estas características podrán ser foco de intervención) cuya manipulación resulte en un cambio clínicamente significativo de una determinada conducta.

El análisis funcional de la conducta es diferente de la evaluación conductual. El AF es solo uno de los muchos objetivos de la evaluación conductual, es un producto de esos métodos de evaluación conductual.

El análisis funcional puede realizarse con una conducta problema o con una conducta objetivo. Normalmente se identifican las relaciones funcionales de la conducta problema, pero a veces se focaliza en alternativas positivas asumiendo que la manipulación de ciertas variables dará como resultados cambios conductuales.

La conducta problema se considera VD pero puede ser también variable causal para otras conductas. Es importante determinar la fuerza y la dirección de las relaciones causales y las relaciones entre distintas variables causales.

Las relaciones funcionales pueden establecerse en distintos niveles. Respecto al nivel conductual existen niveles micro y macro. Los distintos niveles son validos y útiles según la intención. A su vez la descripción a nivel conductual puede hacerse con categorías más globales o analizarse en variables mas detalladas.

El análisis funcional surge a partir de dos cuestiones: las criticas al abordaje estructural como forma de entender los problemas de conducta y las dificultades propias del concepto de causalidad.



¿Que son el abordaje estructural y el DSM IV?

El abordaje estructural proviene del modelo medico que consideraba a las conductas como síntomas de una enfermedad mental. Esta visión esta representado por el DSM 4. Los síntomas se evalúan agrupados en clusters según su covariacion topográfica y se interpreta esa covariacion como evidencia de que existe una variable subyacente que no se mide en forma directa.

El abordaje funcional se focaliza en la covariacion entre la topografía y las posibles variables controladoras (causales).

El abordaje estructural consideraría la conducta de un paciente con fobia social como provocada por cierto modo de funcionamiento cerebral que le impide desarrollar una función adaptativa. Si la persona tiene conductas fóbicas en situaciones sociales puede ser porque o bien aprendió pocas habilidades sociales o bien porque teme que le critiquen. El tratamiento será totalmente distinto.

El AF es ideográfico: crear un modelo de las relaciones causales de ciertas conductas de un individuo determinado.

Lo más probable es que los AF de las mismas conductas en distintas personas tengan muchas diferencias en las variables causales identificadas, por lo que los modelos nomotéticos solo aportan al terapeuta un conjunto de posibles variables causales.

La función del AFC consiste en establecer las posibles relaciones causales para luego elegir la intervención adecuada al caso particular.



Dificultades para establecer relaciones causales.

Una hipótesis plantea cierta relación funcional entre variables. La relación puede ser causal (una variable tiene efecto sobre otra) o correlacional (las variaciones de una se relacionan con las variaciones de otra). Cuando no se logra establecer una relación causal, la RF es correlacional. En una relación causal la variable que se supone causa es independiente y la que se supone efecto es la dependiente.

Una variable causan funcional cuya modificación conduce a un cambio en un parámetro de determinada variable dependiente. Las variables causales pueden ser iniciadoras o mantenedoras de una conducta. Toda variable causal es variable funcional pero no toda variable funcional es causal.

Cuando queremos identificar si el cambio de una variable causa cambios en otra variable debemos modificar los valores de la independiente y registrar si los valores de la dependiente se modifican en consecuencia.

Las variables que compiten con la VI en la explicación de la VD se denominan variables extrañas. Para establecer que es la VI la que causa la variación registrada es necesario eliminar la influencia de las variables extrañas como factor explicativo.

La relación causal tiene 3 requisitos: probabilidad condicional, precedencia de la variable causal y exclusión de explicaciones alternativas.

Los métodos de evaluación más comunes sacan inferencias causales tentativas. Para establecer relaciones causales se utilizan los que incluyen VI y control de variables extrañas.



Construcción de modelos funcionales de conducta.

Los modelos funcionales de la conducta representan gráficamente las distintas variables con sus relaciones: causa fuerte o débil, bidireccional, correlacional… y permiten representar fenómenos como las causas múltiples, la causalidad circular, las vías causales múltiples, las condiciones, el nivel critico, las relaciones causales mediadas…

Es esperable que los modelos cambien en el proceso porque se adquiere nueva información, porque las hipótesis pueden no ser validadas, porque las relaciones causales y su fuerza varían en la intervención y eso implica redefinir las intervenciones.



CONCLUSION: el análisis funcional de la conducta permite decidir que variables se manipularan para tratar ciertas conductas de un sujeto particular, basando tal decisión en los datos previamente recolectados en ese sujeto particular y en los conocimientos científicos disponibles y relevantes. Y a su vez permite modificar las hipótesis que guían la intervención psicológica en función de sus resultados o de los cambios producidos en el tiempo.

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