MOTIVACIÓN Y PROCESOS PSICOLÓGICOS

Se suelen consideran motivos humanos los motivos de logro, afiliación, poder, agresión y miedo, mientras que en el capítulo anterior vimos que el impulso podía explicar la conducta a nivel de los organismos inferiores, no todos los autores estarían de acuerdo en considerar estos motivos humanos, aprendidos, como impulsos. Hay autores que creen que estos motivos no son independientes sino que todos ellos dependen de la ansiedad y del miedo.


1. Los motivos secundarios o adquiridos.

Según la teoría del impulso, los impulsos primarios como el hambre, la sed o el sexo constituyen la base de la motivación animal, sin embargo estos impulsos por sí sólos, no sirven para explicar la motivación humana. Los motivos humanos son motivos aprendidos o motivos secundarios. La propia experiencia nos dice que las personas aunque no tengan hambre o sed tienen motivaciones. En este contexto surge el motivo de impulso o motivo adquirido. La idea fundamental es que existen conductas motivadas que se adquieren a través del aprendizaje y que son independientes de los motivos primarios. La motivación adquirida mejor estudiada es la motivación del miedo, el paradigma utilizado para estudiar este motivo se debe a Miller (1951); el miedo se producía al comprobar que la conducta que otras veces le había permitido escapar, resultaba ahora ineficaz, sin embargo la rata, aprendía a ejecutar otra conducta que le permitía también escapar de esa situación, Miller interpretó la conducta de la rata como motivada por el miedo, lo que ocurría era que el animal había aprendido a sentir miedo cuando se le colocaba en uno de los compartimentos del aparato. Este miedo motivaba su conducta contribuyendo a que aprendiera a realizar la acción que le permitiera escapar de la situación. Según Miller otros impulsos adquiridos podían aprenderse de la misma forma aunque no surgieran a partir del miedo sino de motivos primarios, esta hipótesis de Miller no pudo verificarse a pesar de que se realizaron muchos experimentos intentando probarla.

El motivo de afiliación.

Los seres humanos somos seres sociales; vivimos en sociedades formando grupos más o menos amplios, muchos investigadores han creído en la existencia de un motivo de afiliación que es el que mueve a interesarse por las personas.

La agresión.

Algunos autores piensan que en el ser humano existe un instinto o un impulso agresivo. Berkowitz (1965) ha estudiado la agresión humana y mantiene que la conducta agresiva se debe al enfado y viene desencadenada por ciertos factores ambientales. Dollar et al. (1939) propusieron inicialmente que se producía fustración cuando se impedía a un animal realizar una respuesta de meta; según Berkowitz, el enfado y la cólera predisponen a la agresividad. Sin embargo, para que esta aparezca es necesario que se den en el ambiente ciertos estímulos asociados con la persona que produjo la cólera, además es necesario que exista una falta de inhibición de la conducta agresiva.

La conducta agresiva es sumamente compleja y su estudio riguroso resulta muy complicado. Las teorías evolucionistas explican la conducta agresiva señalando que los miembros más agresivos del grupo son los que consiguen comida y pareja. En este sentido, la agresión es una forma de conseguir perpetuarse y representa una parte del repertorio conductual de las especies. (Esto se rebate fácilmente).

2. La motivación y otras funciones psicológicas.

La motivación humana se ha estudiado sobre todo en psicología social y de la personalidad. Un área también bastante desarrollada es la motivación en psicología del trabajo.

Motivación y rendimiento.

Una antigua ley, la ley de Yerkes-Dodson (1908), todavía sigue siendo citada frecuentemente para referirse a las relaciones entre activación y rendimiento, la ley indica que con tareas sencillas se produce una mejora en el rendimiento cuando aumenta la activación. Sin embargo con tareas difíciles, la relación entre motivación y rendimiento es en forma de una U invertida. Una dificultad que surge cuando se aplica esta ley es que normalmente es el experimentador el que decide de manera subjetiva cual es el nivel de activación de los sujetos en cada estudio particular. En definitiva, en tareas difíciles la ley indica que la actuación es mejor con un nivel de activación medio, y peor con niveles de activación bajo o alto.

Motivación y emoción.

1) Motivación y emoción parecen que hacen referencia a los aspectos irracionales del individuo.

2) Una emoción intensa lo mismo que una motivación intensa puede alterar la conducta del individuo.

La motivación actúa como un sistema de control de la conducta, a la que proporciona actividad y dirección. La motivación puede entenderse como un potencial de control de la conducta que va desde los simples reflejos e impulsos propios de la conducta sensomotríz a motivaciones mucho más complejas como en el caso del organismo humano. La pesar de que los sentimientos desempeñan un papel destadaco en la conducta motivada, motivación y emoción se han considerado como dos áreas bastante independientes.

Existen dos posiciones teóricas que mantienen la proximidad entre motivación y emoción:

a) Las teorías del “arousal”: el arousal se refiere al nivel de activación general del organismo, en cierto sentido es semejante a lo que Hull llamó impulso generalizado. Las primeras teorías suponían que un nivel demasiado elevado de activación producía sobreexcitación mientras que un nivel demasiado bajo producía depresión. El arousal por si sólo no es suficiente para producir un transtorno de conducta, además se ha comprobado que para un mismo nivel de arousal puede producir emociones muy diferentes.

b) Teorías cognitivas: estas teorías coinciden en mantener que las emociones dependen de la interpretación o significado que demos a un determinado hecho.

Motivación y procesos cognitivos.

El acercamiento cognitivo al estudio de la motivación asume que existe un estado de necesidad que activa y dirige la conducta cognitiva de la persona de manera semejante a como activa y dirige su conducta motora, estas necesidades dirgen los pensamientos de manera semejante a como mueven al organismo a la acción.

3. Teorías cognitivas de la motivación.

La psicología computacional ha dejado a un lado los aspectos motivacionales de la conducta humana.

Tlman (1932), psicólogo neoconductista, fue el primer investigador que criticó la concepción mecanicista de la motivación de Hull, según Tolman la rata en el laberinto aprende expectativas tales como “que va a ocurrir a continuación, el animal espera que ha una determinada conducta le siga una recompensa, poco a poco el concepto de expectativa fue reemplazando al concepto de hábito entre los teóricos del aprendizaje.

La teoría de la disonancia cognitiva: otros investigadores en lugar de concebir la motivación como una serie de motivos fijos y estables, la han considerado como algo cambiante en función de las situaciones. Esta forma de concebir los factores motivacionales tuvo su origen en el psicólogo de la Gestalt Kurt Lewin. Lewin destacó la importancia de la evaluación cognitiva que la persona hace de la situación. Las propias tareas que realizan los sujetos son las que producen motivación. La conducta se produce por una falta de equilibrio en el campo estimular, lo cual crea tensión en el individuo, las ideas de lewin favorecieron la aparición de una serie de teorías sobre la motivación, la teoría de la disonancia cognitiva propuesta por Festinger (1957) decía, que la motivación es como un tipo de impulso que se crea cuando existe una disonancia o desajuste entre dos elementos cognitivos, estos dos elementos son percibidos por el individuo como incompatibles entre sí.

Esta teoría utiliza el concepto de activación y autoregulación para explicar la motivación humana, por lo que adquiere casi el papel de un impulso. Se han confirmado la mayoría de las predicciones derivadas de esta teoría, en la actualidad no tiene importancia, parte del desencanto reside en la dificultad de medir la disonancia y a lo complicado de la situación experimental necesaria para poner a prueba sus predicciones. La predicción más importante de la teoría es que las personas con una elevada motivación de logro tienden a elegir tareas de dificultad media mientras que las personas con baja motivación de logro evitan aquellas tareas cuya probabilidad de éxito esta al torno del 50%, tienden a elegir tareas sencillas que puedan realizar con éxito, o aquellas tan complicadas que pocos sean capaces de realizar.

La teoría de la motivación social de Rotter: Según rotter (1954), el potencial de cualquier conducta está determinado por la esperanza de que la conducta conducirá al reforzamiento del objetivo:

Potencial de conducta=f

( esperanza de recompensa y valor de recompensa del objetivo)

Aunque ambos aspectos son independientes, existen inportantes interrrelaciones entre ambos. Así, por ejemplo una persona que tenga una expectativa de éxito baja y a la vez valore altamente conseguir ese objetivo tendrá probablemente problemas de conducta.

Un aspecto destadaco de la teoría de Rotter es el concepto de lugar de control, las personas pueden concebir la recompensa como controlada internamente o como controlada externamente, en el primer caso se piensa que la recompensa está controlada por la capacidad de la persona y el esfuerzo que ponga para conseguir un objetivo, en el segundo caso la conducta se percibe como controlada por factores externos basados en el azar que no depende de la propia persona, esto significa que el individuo no puede hacer nada por modificar la situación.

La teoría de la atribución de Kelley

La atribución consiste en la búsqueda de las causas de los hechos, en las causas percibidas de un suceso y hace referencia a las explicaciones que del hecho proporciona el individuo. Según Kelley (1967), las personas están motivadas a conseguir el dominio cognitivo de la estructura causal del ambiente, las personas tienen interés por comprender por qué se ha producido un determinado acontecimiento. Los seres humanos atribuyen la causa de los acontecimientos a dos tipos de factores: personales y ambientales. Se ha observado que cuando los resultados de una tarea son poco comunes, los sujetos los atribuyen a múltiples causas, sin embargo cuando son comunes los sujetos los atribuyen a una sola causa.

Kelley ha descrito el proceso de atribución como un procedimiento científico en el que se busca la existencia de covariación entre las situaciones, las personas y el tiempo. Cuando no se dispone de esta información, se utilizan reglas causales o esquemas para explicar los hechos, las causas dependen de: Lugar de la causalidad, la estabilidad, la controlabilidad; el lugar de la causabilidad tiene que ver con la autoestima y el orgullo que sigue al éxito en la realización de una determinada tarea, cuando el éxito se atribuye a causas internas, sin embargo cuando se fracasa en la tarea y este fracaso se atribuye a causas internas, se magnifican los sentimientos negativos y el hecho de achacarlo a causas externas se interpreta como un modo de proteger la autoestima. Weiner (1986) ha propuesto una teoría de la atribución que relaciona la estructura del pensamiento con el afecto, esta teoría recoge las aportaciones de Rotter y Kelley. Weiner concibe al individuo como un procesador activo de la información que evalúa las razones y las consecuencias de sus éxitos y fracasos. Las percepciones de las causas de los éxitos y fracasos influyen sobre su motivación y sobre sus expectativas futuras, la evaluación de las atribuciones se realiza a través de entrevistas y autoinformes de tipo general o diseñados en función de la situación. Esta teoría es importante en la acción educativa ya que si el estudiante percibe el futuro como incierto, su motivación disminuirá, estudiará menos y aparecerán sentimientos negativos hacia el estudio.

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