MEMORIA Y ENVEJECIMIENTO NORMAL
A partir de la edad adulta se constata un declive en la habilidad de aprendizaje y recuerdo de nueva información. Y a los 40 ó 50 años la gente ve que su memoria ya no es tan buena como antes, y a los 60 ó 70 se manifiestan quejas de memoria e incapacidad para recordar.
La memoria en el envejecimiento normal
Los decrementos de memoria relacionados con la edad son obvios y universales en algunos casos, pero corregibles en otros. El declive en ancianos se constataría en que:
- Los ancianos muestran un rendimiento menor en pruebas de recuerdo libre de listas de palabras no relacionadas entre sí y de recuerdo de un pasaje.
- También muestran pérdidas en la memoria de fuentes y en la memoria contextual; pueden recordar un hecho, pero tienen dificultades al situarlo en un tiempo y un espacio. Esto explicaría la costumbre de repetir las anécdotas una y otra vez a la misma audiencia.
Otros aspectos de la memoria, en cambio, a penas muestran cambios:
- La memoria procedimental e implícita relacionada con habilidades motoras y cognitivas se deterioran muy poco. Tales habilidades automáticas se pueden demostrar en laboratorio con el efecto de preparación o priming, que consiste en la habilidad de completar un estímulo fragmentado (ej: palabra = c_s_), tras estudiar un conjunto de palabras.
- Otras memorias que se mantienen bastante bien son las relacionadas con recuerdo previamente bien fijados y de conocimiento (memoria semántica).
A pesar de que los ancianos digan tener una buena memoria episódica para los acontecimientos que ocurrieron en un pasado remoto (sobre todo en la infancia), esto se pone en duda diciendo que es más probable que sean falsos recuerdos o distorsiones.
La memoria a corto plazo y largo plazo
Memoria a corto plazo: En relación con esta memoria primaria cabe decir que cuando es evaluada mediante taras de amplitud de memoria se observa que decrece ligeramente con la edad, mientras que cuando se evalúa el efecto de recencia en el recuerdo libre no serial de listas de 20 palabras se observa que la recencia permanece relativamente intacta. En relación con la memoria de trabajo u operativa cabe destacar que cuando se plantean tareas sencillas (lea una lista de palabras y diga el mayor número de ellas en orden alfabético) se constatan diferencias de capacidad entre ancianos y adultos jóvenes, ya que los primeros presentan mayores dificultades. Las explicaciones para esto serían que el procesamiento cognitivo de la información en los ancianos es más lento (tardan más en almacenar información) y que se puede producir un efecto de desinhibición, es decir, mayor es la dificultad para inhibir información irrelevante asociada con el objeto de recuerdo, por lo que el anciano registra o codifica aspectos irrelevantes de estímulo y procesa peor su esencia.
En conclusión, los decrementos de memora son ligeros en pruebas en las que se trata de reproducir una serie de ítems en el mismo orden, aunque en las pruebas en las que se exige recabar de nuestra memoria claves internas para poder memorizar otra información los decrementos en edad son exagerados. A pesar de que la edad tiene escaso efecto sobre el bucle fonológico pasivo, tiene gran efecto negativo sobre el sistema ejecutivo central, que tiene que ver con un deterioro en la efectividad del lóbulo frontal del cerebro. Además, los ancianos son menos capaces de mantener la atención y más vulnerables a la distracción.
Memoria a largo plazo: Cuando los ancianos se quejan de fallos de memoria se refieren a un declive en la memoria episódica de acontecimientos ocurridos recientemente. Los principales problemas de memoria tendrían que ver con:
- Procesos de codificación o registro: Los déficits de codificación relacionados con la edad implican que los ancianos codifican las palabras y otros acontecimientos de manera menos elaborada y distintiva, peor organizada y menos vinculada con conocimientos previos (procesamiento semántico menor). Las personas ancianas confían más en claves externas o ayudas para poder iniciar el recuerdo, mostrándose menos capaces de iniciar de forma efectiva los procesos de codificación, aunque si el ambiente les ofrece alguna clave su nivel de recuerdo es bastante bueno. Esta necesidad de orientarse por el ambiente está relacionada con una disminución en la eficiencia del procesamiento cortical. Cuando se facilita un tiempo ilimitado pero no se dan instrucciones específicas respecto a lo que se va a preguntar, el nivel de ejecución mnésico de los ancianos es menor que el de los jóvenes.
- Procesos de almacenamiento: El olvido temporal de nombres de personas afecta mucho a los ancianos, aunque éste se ve mejorado si se le proporcionan claves para recordar dicho nombre. Otro fallo común en ellos es el de recordar un hecho o la cara de alguien y olvidar cuando y donde fue aprendido, lo que se llama amnesia de fuente y parece estar relacionada con puntuaciones bajas en test sobre el funcionamiento del lóbulo frontal, cuyas funciones son las de integrar detalles contextuales con el evento focal.
Memoria no verbal
Mientras que la capacidad de reconocimiento de escenas, dibujos o fotografías es similar entre ancianos y jóvenes, cuando se les pide a los viejillos que evoquen libremente algún estilo gráfico, presentan mayores dificultades. Respecto a la memoria espacial, los ancianos presentan una coordinación temporal/espacial más deficiente.
Memoria retrospectiva y prospectiva
Memoria retrospectiva o del pasado: Aunque los ancianos dicen que recuerdan muy bien eventos de hace 50 años, no puede afirmarse que esos acontecimientos se recuerden mejor que los acontecimientos ocurridos en la edad tardía, ya que puede estar cargado de significado emocional. Algunos dicen que el hecho del buen recuerdo de acontecimientos remotos puede deberse a que estas memorias autobiográficas se han cristalizado a fuerza de actos repetidos de recuperación, llegando a convertirse en parte del conocimiento generalizado de su mundo.
Memoria prospectiva o de futuro: Cuando se tarta de recordar una acción planeada el nivel de rendimiento de los viejillos suele ser mejor que el de los jóvenes, lo cual tiene que ver con el hecho de que suelen recurrir a ayudas mnésicas como anotaciones, etc. Además, si tenemos en cuenta los límites temporales sobre los que se proyecta la memoria, se descubre que a memoria prospectiva es más deficiente para actividades que se van a realizar inmediatamente que para las que se realizarán en mayor plazo.
Memoria semántica e implícita
Memoria semántica: Dado que la memoria semántica no está asociada con unos ejes de tiempo y espacio, su rendimiento no parece declinar a diferencia de la memoria episódica. Donde los ancianos presentan más dificultades es al pedir que recuerden el nombre de una palabra cuando ha sido dada su definición, aunque éstos no mostrarían tanta dificultad de recuperar información semántica pasada como en aprender información nueva sobre hechos.
Memoria implícita: Cuando se plantea una sencilla tarea consistente en presentar una lista de palabras para recordarlas posteriormente y luego se les pide 1) a unos que completen la palabra que incluye un prefijo de tres letras, relacionada con la lista anterior (memoria explícita); 2) a otros que la completen con las primeras letras que les venga a la mente, sin relacionarlo con a lista anterior (memoria implícita), se observa que la memoria explícita es menor en los ancianos que en los jóvenes, mientras que la memoria implícita en similar en los dos, dato que puede ser porque los ancianos tienen un mayor efecto de preparación o priming.
Conclusiones
- El rendimiento de memoria disminuye como una función del envejecimiento normal, pero declina más en unas situaciones que en otras: el recuerdo de una secuencia de ítems varía muy poco con la edad aunque se dan grandes pérdidas en la memoria operativa.
- La memoria a largo plazo muestra decrementos, si bien esto depende del tipo de material y de las condiciones en que fue codificado y almacenado.
- Los ancianos presentan un mejor reconocimiento de recuerdo libre.
- Los ancianos muestran dificultad para fijar en su memoria episodios y conocimientos nuevos.
- Frente a lo que se cree, no está demostrado que las diferencias dentro de la población anciana en funciones cognitivas como la memoria se deban al factor educación.
- El nivel motivacional (para estas pruebas...) no tiene porque ir asociado con menos memoria.
- Los problemas de salud suelen producir problemas de memoria. Los ancianos que experimentan un envejecimiento normal se diferencian de los ancianos demenciados en que los últimos presentan tanto problemas de recuerdo libre como de reconocimiento.
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